El descarriado
Se salvó milagrosamente
de ponerse de novio
conseguir un trabajo
casarse comprar un auto
tener hijos hermosos
tener vacaciones
separarse volver a juntarse
volver a separarse
perder el trabajo y conseguir otro
cambiar el auto la casa
tener una amante oriental
para terminar con pompa
en un cementerio privado.
Eligió en cambio
el vagabundeo por el mundo
la ropa y el cuerpo sucios
el alma curiosa y hambrienta
la mirada más allá de las cosas
la muerte sin fecha ni lugar
la milagrosa fortuna
de no ser uno entre los otros.
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