Paraíso
Una vereda, un camino, un horizonte
Un destino, un lugar hermoso, abrumador, esplendoroso
Un camino hacia el alba, hacia el sol naciente
Remontando el vuelo, revoloteando las alas
Es como el azul celeste, como fugaces vientos del este
Es más fruto que flores, como el clarear de un pino verde
Carrosas de fuego, Apalaches del norte
Como panderos y música, un sin fin de relucientes noches
Que crea en el tiempo un refulgir de bronce
Como cenicientas que crecen jugando
Esperando ese sueño que es de filántropo
No temas en el silencio tranquilo del canto
Una llama que arde en el ceremonial tan santo
Un paraíso naciente, el recuero de un niño
Es tan fuerte el amor y es tan dulce el cariño
Una fe innata, una madre, y una manta
Un día que no termina
Un sutil canto y una serenata
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