Desnudándose
Una línea de copas amarillas
en la quietud de mayo.
Una calle soleada que se alarga
y el silencio a las diez.
Eso es todo,
el otoño que invita en la mañana tibia
y nos lleva en su carro de papel.
Nos despide del mar
y la impiedad del sol.
Nos anuncia los fríos venideros,
las medias, el abrigo.
Nos regala el último baile de una hoja
y el rito del fuego con su perfume atávico.
Nos transporta en el viento a los recuerdos,
nos mece... Y adormece
en un necesario sueño ocre.
Una línea de copas amarillas
en la quietud de mayo.
Una calle soleada que se alarga
y el silencio a las diez.
Eso es todo,
el otoño que invita en la mañana tibia
y nos lleva en su carro de papel.
Nos despide del mar
y la impiedad del sol.
Nos anuncia los fríos venideros,
las medias, el abrigo.
Nos regala el último baile de una hoja
y el rito del fuego con su perfume atávico.
Nos transporta en el viento a los recuerdos,
nos mece... Y adormece
en un necesario sueño ocre.
1 comentario:
Hermoso poema Ana María!!!
Besitosss Jóse
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