El Juez
No he de preguntarte por qué sufres
ni por las lágrimas que coronan tus pupilas
por que he de ser el juez que dicte la sentencia
me sentaré
y seré círculo
girando
en infranqueables límites
un encuentro
un relámpago
un temblor
se acabarán las horas
sin prisa desandará el recuerdo
con ojos de gaviota verás crecer el mundo
arrimada al grito de tu vientre
el mundo es un huevo
se romperá la cáscara
un latido
un gemido
un final
acataré el mandato de los ítems
2 comentarios:
Lilia: interesante planteo para un poema. Un abrazo,
Qué bueno Lilia!!! me gustó mucho
Besosss jóse
Publicar un comentario