Pequeña hada
Déjame acompañarte,
no son tiempos de andar sola
Puedo sanar tus alas
Fueron hechas para volar
Déjame ir contigo
a la par, sin sombras
Pequeña hada de cicatrices,
sal de los bosques de hojas secas
vuelve a jugar con las flores,
a recordar los deseos donde aparezco.
Elige el final de este cuento,
y si quieres,
el color de mis mejillas
y la profundidad de mis ojos.
Déjame acompañarte,
no son tiempos de andar sola
Vamos a aliviar juntos el mundo,
a llenar el aire de ilusiones
a regar el árbol de los sueños
en la montaña encantada.
Pequeña hada de cicatrices
Vuelve a flotar vagones de ventanas abiertas.
Y si caíste en redes de ogros persuasivos,
Y si crees no poder volar
déjame soplar tus heridas.
Déjame pequeña hada.
Ya he guardado todos mis juguetes.
8 comentarios:
muy bello !! besos
Muy bueno querido , ya sabes , Te felicito.
Abrazo
Juan
Soy Juan, tu amigo hee
muy bueno lo felicito malacara!!!!!!!!
Gracias!!!! Es la poesía más dulce, tierna, calentita y solidaria que he leído en mucho tiempo...una caricia ala alma....
Marce
Hermosa Carlos!! tu pequeña hada de cicatrices, un poema con mucha ternura.
Beso Josefina
Que lindo, cuantas palabras dulces.
"Elige el final de este cuento", Hermoso, gracias por compartirlo.
Cecilia Pérez
Cumpa Malacara... gracias por esta sinécdoque de ternura que le falta a nuestro mundo cruel... y parece ser que sí, que escribir es decir y silenciar... :O)
Un abrazo y cuidate mucho.
Juanca Vecchi.
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