LA AUSENTE ROSA Y EL MIMO
Lo conocí. Lo admiro . Se ponía en el lugar del sol . El maquillaje blanco...Lo vuelvo a ver en Uruguay, en el mismo lugar del Barrio Histórico "Colonia del Sacramento". La gente lo rodea. Él , parado sobre una enorme piedra, continúa mostrando su arte. Me acerco, y el maquillaje al sol estaba intacto. Se coloca de costado y camina, camina , levantando sus manos , como queriendo alcanzar a una bella muchacha que da su paseo. .Ella se sonríe y él desde la enorme piedra no sale, pero caminar ,camina; con los brazos en alto . El abrazo fracasa , la gente lo acompaña sonriendo , le deja en el sombrero ,monedas y billetes .
En la última tarde, antes de regresar vuelvo a querer verlo. Estaba el sol, la pequeña muralla, un antiguo cañón, el faro a la distancia, y la enorme piedra. Él... no estaba. A metros del lugar, en un pequeño negocio de artículos artesanales, le cambiaba a la dueña una cuantas monedas por billetes . Bebía de una botella pequeña, un refresco muy frío. No nos hablamos. Ni hola dijo él, ni hola dije yo. Mi miedo a romper la magia, me llevó al silencio.
Se colocó el sombrero. Salió , lo seguí , se subió a la piedra. Al lado mío una hermosa mujer morena.
Él sacó una rosa de tallo largo y se la ofreció . Todos se rieron . La mujer acercó su rostro---para oler el perfume--- a un guante blanco, muy blanco, lleno se sueños y mentiras.
5 comentarios:
El encanto del Mimo. Hermoso relato, mis feicitaciones Sr. Abel.
Trinidad.
Muy hermoso Abel , como siempre Lia
Abel, una bella estampa se escapa de tu relato. Aplausos,
Abel: ¿Qué más te puedo decir? Admiro profundamente tus relatos cortos. Por supuesto el mejor es el de Bonavena. Ya tenés un estilo muy definido. Me gusta mucho. Felicitaciones y hasta siempre, Amigo. Marcos (desde Miramar)
Abel: Quiero agradecerte el comentario tan bonito que has puesto en mi texto.
Saludos Trinidad
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