miércoles, 24 de abril de 2013

Sol Baral-Provincia de Mendoza, Argentina/Abril de 2013

El duelo



Elena tiene un hueco en la cama,

un espacio vacío, una mitad arrancada.

Sus fanales azules se ven grises y apagados,

cansados de habitarla.

El dolor la lleva por un sendero de huellas

que la deja perdida.

Y cuando vuelve del silencio,

toda su piel es como un ánfora vacía.

Elena calla. Elena herida.

Su compañero durante sesenta y cinco primaveras,

murió hace unos días.

Caducan blandas lágrimas por mejillas vencidas.

Y ella, sumida en un mar de tristeza,

se va entregando, como Alfonsina.


1 comentario:

Anónimo dijo...

gENIAL¡¡¡¡¡
eSTA POESÌA SINTETIZA UNA HISTORIA DE VIDA,EN BREVES PALABRAS....
EMOCIONA....
ME LLEGÒ AL CORAZÒN.
M.DE BUENOS AIRES.