domingo, 21 de junio de 2015

Ascensión Reyes (comentario libro)-Chile/Junio de 2015



DISCÍPULO
De Juan José Arreola.     Mexicano


     En pocas palabras este minicuento nos lleva a épocas pasadas. Nos transporta a la cuna del arte, Florencia.
     En ese tiempo era usual que un maestro se rodeara de jóvenes aprendices, convirtiéndolos en sus discípulos a quienes progresivamente enseñaba todo su arte y virtuosismo. En este caso el Maestro tiene dos alumnos, uno de ellos Andrés Salaíno, el favorito, y el segundo, un joven campesino de San Sepolcro.
     La acción se inicia cuando el maestro compra a cada uno de ellos sombreros diferentes, favoreciendo en la elección a Salaíno. De vuelta al taller hace que ellos dibujen al contrario. El joven campesino, quien es el hablante, dibuja la cabeza de Andrés, bellísima, en cambio éste, en la pintura hace notar la humilde condición del protagonista.
     En este minicuento podemos apreciar el trabajo de joyería de uno de estos maestros, en cuanto a formar a sus alumnos en el descubrimiento de la belleza que raya en la crueldad, doblegando totalmente su voluntad, creando un antagonismo entre ellos, e incluso llegando a la violencia física.
     El carácter de este relato tiene cierta similitud con la vida de Leonardo Da Vinci, al mencionarse el rostro de una bella mujer de nombre Gioia. Andrés Salaíno y la gorra de abalorios, podría tratarse del célebre cuadro “El niño del fez”.
     El leit motiv de la historia tiene que ver con la trascendencia del hombre a través del arte, aceptando la tiránica formación, o como lo dice la última frase del narrador en el pensamiento del muchacho campesino: “Y vuelvo a caminar lentamente, cabizbajo, por calles cada vez más sombrías, seguro de que voy a perderme en el olvido de los hombres”.
    
Juan José Arreola Zúñiga 
Nació en Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán el 21 de septiembre de 1918  y falleció en  Guadalajara, Jalisco  el  3 de diciembre del  2001.
     Fue un escritoracadémico y editor mexicano.
     Sus obras más importantes: “Confabulario” (1952)  y “La Feria” (1963)

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