DISCÍPULO
De Juan José
Arreola. Mexicano
En pocas palabras este minicuento nos lleva a épocas pasadas. Nos transporta a
la cuna del arte, Florencia.
En ese tiempo era usual que un maestro se rodeara de jóvenes aprendices,
convirtiéndolos en sus discípulos a quienes progresivamente enseñaba todo su
arte y virtuosismo. En este caso el Maestro tiene dos alumnos, uno de ellos
Andrés Salaíno, el favorito, y el segundo, un joven campesino de San Sepolcro.
La acción se inicia cuando el maestro compra a cada uno de ellos sombreros
diferentes, favoreciendo en la elección a Salaíno. De vuelta al taller hace que
ellos dibujen al contrario. El joven campesino, quien es el hablante, dibuja la
cabeza de Andrés, bellísima, en cambio éste, en la pintura hace notar la
humilde condición del protagonista.
En este minicuento podemos apreciar el trabajo de joyería de uno de estos
maestros, en cuanto a formar a sus alumnos en el descubrimiento de la belleza
que raya en la crueldad, doblegando totalmente su voluntad, creando un
antagonismo entre ellos, e incluso llegando a la violencia física.
El carácter de este relato tiene cierta similitud con la vida de Leonardo Da
Vinci, al mencionarse el rostro de una bella mujer de nombre Gioia. Andrés Salaíno
y la gorra de abalorios, podría tratarse del célebre cuadro “El niño del fez”.
El leit motiv de la historia tiene que ver con la trascendencia del hombre a
través del arte, aceptando la tiránica formación, o como lo dice la última
frase del narrador en el pensamiento del muchacho campesino: “Y vuelvo a
caminar lentamente, cabizbajo, por calles cada vez más sombrías, seguro de que
voy a perderme en el olvido de los hombres”.
Juan José Arreola
Zúñiga
Nació en Zapotlán el
Grande, hoy Ciudad Guzmán el 21 de septiembre de 1918 y falleció en Guadalajara, Jalisco el 3 de diciembre del 2001.
Sus obras más importantes: “Confabulario” (1952) y “La Feria” (1963)
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