LLORAR POR
DENTRO
Ríe, ríe,
alma mía, ríe,
no más lágrimas de amargo sabor
envuelven los sentidos
y turban la razón.
Ya se van las golondrinas del ayer,
mi nido y refugio yace esfumado.
Entre crepúsculos y alboradas,
tiempo, sierpe constante,
marcará el espejo de mi pasado.
Amante efímero de pesadillas,
inflamó mis montañas y hondonadas.
Te has ido al mundo de los sueños
y sólo queda el recuerdo de la semilla
nutrido por el amor de mi vientre.
Soledad, mi dulce compañera,
sé mi apoyo y mi alegría
en horas perdidas de ilusión.
Protégeme del oropel, cabalgando
en el fulgor de la desesperación.
Ríe, ríe, alma mía, ríe,
no más lágrimas de amargo sabor
envuelven los sentidos
y turban la razón.
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