lunes, 25 de septiembre de 2017

Maida Filippini/Septiembre de 2017



Ruedas del destino


Un día, entendí que puedo girar las ruedas de mi vida, para caminar diferente.
Incapaz de ir más allá, golpee obstáculos, pozos, y rampas.
Comprendí que a veces necesito a alguien, para que juntos podamos avanzar.
Así descansar mis brazos por un rato; mientras gira la rueda del destino.
A veces, cuando te empujan tanto, o vas demasiado rápido, terminas mareado.
Entonces vuelvo a detenerme para pensar.
Algunos corren.
Otros ruedan.
El mismo resultado, nos espera en el final.
En los tiempos de descanso, observo mi cuerpo por la mitad. Hoy día soleado, la lluvia continua.
Algo siempre falta.
Aunque estemos enteros o incompletos.
¿Qué nos falta? ¿Será felicidad?
Retorno el ejercicio diario.
Las vallas sostienen mi peso y aun no hay resultados.
La ausencia nos llega a todos.
La presencia no palpita como antes.
El interés de la vida, se vuelve una copa de cristal.
Algunos días, brindamos. Otros la arrojamos sin piedad.
Luego, las cintas del amor hacen su trabajo, uniendo los pedazos, dejando grietas de recuerdos.

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