Ruedas del destino
Un día, entendí que puedo
girar las ruedas de mi vida, para caminar diferente.
Incapaz de ir más allá, golpee
obstáculos, pozos, y rampas.
Comprendí que a veces necesito
a alguien, para que juntos podamos avanzar.
Así descansar mis brazos por
un rato; mientras gira la rueda del destino.
A veces, cuando te empujan
tanto, o vas demasiado rápido, terminas mareado.
Entonces vuelvo a detenerme
para pensar.
Algunos corren.
Otros ruedan.
El mismo resultado, nos espera
en el final.
En los tiempos de descanso,
observo mi cuerpo por la mitad. Hoy día soleado, la lluvia continua.
Algo siempre falta.
Aunque estemos enteros o
incompletos.
¿Qué nos falta? ¿Será
felicidad?
Retorno el ejercicio diario.
Las vallas sostienen mi peso y
aun no hay resultados.
La ausencia nos llega a todos.
La presencia no palpita como
antes.
El interés de la vida, se
vuelve una copa de cristal.
Algunos días, brindamos. Otros
la arrojamos sin piedad.
Luego, las cintas del amor
hacen su trabajo, uniendo los pedazos, dejando grietas de recuerdos.
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