sábado, 21 de octubre de 2017

Luis Tulio Siburu-Argentina/Octubre de



DOS SOLITARIOS

Bombero y electricista de guardia en la pequeña planta textil santafesina de Fuentes, Anselmo se pasea hoy por la nave sin mamelucos y bullicio, entre telares, hidroextractoras y máquinas de coser inmensas, mascullando la bronca de su destino de ave solitaria del fin de semana.
Seguramente sus compañeros estarán con mujer e hijos, asado y vino, mate y torta fritas. Y él allí, apretando en el bolsillo con sus manos la tarde del feriado hebdomadario que esta vez no fue suya, cuidando que un cortocircuito no queme alguna instalación y en pocos minutos se lleve el producto y la ocupación de cuatro docenas de almas.
Se llega hasta el portón que mira hacia la ruta y desde allí alcanza a ver la enorme nube espesa y negra que avanza amenazadora. Hoy habrá jaleo, piensa. Y bueno, para eso estamos, se repite. Mejor moverse que estar sentado.
No es el único solitario en aquellos parajes.
A quinientos metros, donde ya la manga o calcetín colorado que mide la fuerza y dirección del viento se hincha cada vez más, está el hangar del Aeroclub Casilda.
Arriba, entre las cabriadas, dos ojazos grandes de un cuerpito afilado y frágil, observan como los pilotos ingresan apurados los pequeños aviones que han retornado temprano para evitar la tormenta. Le dicen caballito del diablo. Él firma Aguacil. Y por una ele no llegó a Hollywood como sheriff del far west.
Al revés de Anselmo, en vez de quedarse a cuidar adentro, sale del hangar para avisar a los pobladores que llega el agua al campo, bendición para unos a veces, o tragedia para otros en ocasiones y contextos disímiles.
Un hombre y un insecto. Dos guardianes sin el peto y casco romano, pero celosos en su responsabilidad. Personajes de un domingo del interior desconocido. De géneros diferentes  y actividades parecidas. Capaz que si usted pasa, ni se da cuenta que existen. Por eso los mencionamos, por si algún día anda cerca de Fuentes, o acaso de vuelta en la Capital, quiera contar algo del campo.

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