MI LÁMPARA
En mi pecho...
tengo una lámpara encendida
ella me su da su tibieza cuando
los sentimientos me enfrían el alma.
Mi lámpara brilla cuando
mi pasar canta a la vida
y mis pesares se ocultan en la sombra.
Su luz es mortecina cuando
el quebranto y los duelos
me cogen de los cabellos y resisto.
Mi lámpara sabe cantar y reír
es obediente y dedicada
y piensa en mis horas de tregua.
Sus mensajes los escucho
cuando mi razón se escapa
en la aurora del despertar.
Mi lámpara es de metal bruñido
y debo limpiarla a menudo
porque su opacidad me daña.
A veces veo mi rostro reflejado
en su brillante luz y
a veces no puedo conseguirlo.
Sufro al pensar que algún día
mi lámpara se apague...
y deba sufrir mi propio duelo.
Hasta que llegue ese momento
en que se apague o la pierda
río y canto porque soy
dueña de una lámpara encendida.
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