LA SEÑAL
Llegó con
figura de reina. El cabello rubio, casi platinado, recogido en un rodete sobre
su cabeza erguida, en actitud imperial. Con paso lento se acercó a
la escalera. Se detuvo, titubeó. Observó el salón. Todavía no
había llegado mucha gente. Se quedó parada junto a la escalera.
Esperaba una señal. Todo estaba en el lugar previsto. Ningún cambio, nada
extraordinario. Los minutos pasaban, en otra oportunidad se hubiera puesto
ansiosa. Hoy ya no, los años le dieron experiencia. Todo era cuestión de
esperar. por fin llegó el momento de entrar en acción. Se acercó a
una mesa y dijo: Señores, ¿qué se van a servir?
1 comentario:
Laura !!!! un final sorpresivo tu cuento, muy bueno, corto y atrapante.
Gracias por compartir en Literarte Besos
Josefina
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