EL FARO DEL ANHELO
Un poco más allá
de la confortable certidumbre
se eleva nuevamente,
el faro redentor de los anhelos
-atalaya remota e invicta-
hacia donde se deslizan
inseguros y pueriles,
los deseos.
Erguido, el faro, en su ápice versátil
difumina su luz, perenne de guiños
-volubles, caprichosos-
como la marcha insegura de mi barco,
-perezoso, a veces, y las más bravío.
Y yo la veo... un poco más allá del espejo,
de la niebla y el letargo
de los naufragios y los miedos.
Por un instante aferro
las cuerdas translúcidas que me tiende
el altivo y veleidoso fanal.
Y parece inadmisible
relegar al olvido, el dolor o el deseo.
Y en el vertiginoso vahído de las olas
me sumerjo nuevamente
en el espejo menesteroso del recelo.
Y no sé si es posible
orientarme...
por el declive raudo de las olas
el solapado hálito del viento
o la volátil luz del faro,
intermitente, débil,
sumergida , como yo,
en el acuoso y desconcertante espejo
donde a veces, distraídos o perdidos
lentamente...
se van ahogando uno a uno
los secretos motores del anhelo…
Muy bello y profundo tu poema, Cris. Felicitaciones, amiga.Un abrazo sincero: Irma Droz
ResponderEliminarCristina: qué buen poema, sobre este vigía de las costas, que tanto ha dado que hablar y soñar.
ResponderEliminarUn abrazo de,
Cristina me encanta tu poema!!!!!!
ResponderEliminaresta buenisimo.
Te felicito, que lindo escribes
beso Josefina
Hermoso poema Cristina, seguro uno encuentra la orientación cuando deja que los sueños y el amor te guien... un abrazo
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