CASI
Se gastó la vida
en una estación de trenes,
lustrando zapatos y botas.
Una noche, casi regresando
a la villa, le pareció ver una moneda
junto a las vías y se bajó del andén.
Un tren casi dormido lo hizo pomada
y lo metieron en un cajón barato,
pero antes de sellar la tapa a martillazos
casi se dieron cuenta que sus manos
brillaban como dos estrellas
sobre un cementerio para héroes
de guerras sin casco ni uniforme.
Juan, sentido poema con nombre de LUSTRABOTAS. Felicitaciones. amigo,
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