A la hora del
te
Nos encontramos
las dos...
Nos sentamos, y
comenzamos a dialogar...
como si hiciera
mucho tiempo...
que nos
conocíamos...
esto fue...
a la hora del te.
Ella me contaba
su vida...
y yo la mía...
¡y retrocedí
años!...y ella me escuchaba...
atenta a mis
palabras.
y ella también me
seguía contando sus cosas...
muchas cosas.
¡pero las
dos!...pensamos...
¡quizá lo
mismo!...
¿o será un
destino distinto?...
porque...somos
tres...
nosotras...y
el...
¡El!... ¡el de
los ojos!... ¡el de los ojos!...maravillosos.
¿y qué pensará
ella?... ¡si yo le digo!...
¡que los ojos de
él!... ¿me impactan?...
¿se enojará?...o
lo tomará... ¿muy normal?... ¡y yo!...no sabia qué hacer...
¡si rezarle a Dios!...o
que me tragara la tierra...
Nos encontramos
las dos...
a la hora del
te...
¡Yo dije la
verdad!...
¡que esos
ojos!...me llegaban al alma...
¡pero entraba
él!... ¡y ahí!...yo me callé.
Hice un silencio,
un silencio...como si fuera, eterno...
¡para que él!...no
se diera cuenta.
¡y ella se
reía!...y yo también lo hacía.
A la hora del
te...
seguimos nuestra
charla... ¡y él se esfumó!... ¡como el viento!...
desapareció, en
ese momento.
¡pero solo ella
me dijo!... ¡esto finalizó!...
¡y yo
ahí!...sentí una tranquilidad... ¡porque mi corazón!...se sentía mal,
¡por pensar!...
¡que ella sentía!...algo por él...
¡y no la quería
defraudar!...porque...no era de mi parte, hacerle mal.
¡pero solo le
pude decir en mi final!...
¡que me gustan
sus ojos!... ¡pero no sé!...si lo voy a llegar amar.
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