martes, 20 de julio de 2010

Víctor González-Olavarría, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Julio de 2010


¡A BAÑARSE!

El olfato de guerrero lo hace intuir que no está solo, cuando advierte los primeros trazos de una figura en el blanco paisaje.
Se inquieta. Desde que tiene uso de razón se sabe único, pero ahora la imagen se hace más nítida, haciéndolo retroceder. Aprieta con fuerza el mango de su descomunal cimitarra.
 Mientras los bordes de esa silueta comenzaron a percibirse, Emiliano, enojado porque su mamá lo llamó a bañarse, cerró rabioso la carpeta de sus dibujos y los hundió en la oscuridad total.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno este cuento breve Víctor


Saludos Josefina

Vic dijo...

Josefina, gracias por tus palabras...

Graciela, a vos gracias por el pedacito de Literarte que me das...

Abrazos
Víctor

Anónimo dijo...

Dibuje, vitorio, dibuje... felicitaciones, cumpa y siga escribiendo... muy bueno su minitexto...

Abrazo (dibujado :O)