ELLAS TRES
La
pelirroja tenía sus ojos dirigidos hacia la puerta.
Creo que me
vio entrar, pero como de costumbre, ni
se inmutó.
Hacía mucho
calor esa tarde de sábado en Buenos Aires.
Su melena
rojiza se agitaba bajo las aspas del
ventilador, mientras el peluquero atendía a las clientas que charlaban.
Quizás se
creía parecida a Rita Hayworth, con su cabellera como fuego entre todas las
demás mujeres.
La
platinada me clavaba la mirada azul con sus ojos inertes haciéndome sentir
incómodo.
Su nariz perfecta
asomaba recta bajo el flequillo, casi hasta la sombra de las cejas finamente
delineadas.
La boca era
pequeña y sus labios bien rojos. La típica rubia hueca, pagada de si misma y
llena de ilusiones para escalar una buena posición en el mundillo empresarial.
A su lado
se encontraba la de los rulos ensortijados y negros.
Con ojos
verdes, casi fluorescentes iluminaba
todo aquello que miraba.
Ella era la
que me parecía más sensata. Quizás algún día me animase a pedirle una cita.
El
peluquero reía mientras hacía el brushing a una clienta que le contaba las
peripecias de su nieta en el jardín de infantes.
Hubo un
momento en que la algarabía y las risas inundaron el salón de belleza.
Una
manicura pintaba con sumo cuidado unas uñas de un rojo intenso buscando la
perfección.
Mis tres
mujeres permanecen imperturbables.
Espero al lado de la caja que me paguen los cafés que
entregué.
Sé que la
próxima vez que lleve un pedido, ninguna me saludará.
Alguna de
ellas, como devastada por una quimioterapia, no tendrá pelo.
Otras
habrán cambiado de color o peinado.
Posiblemente
miren todas a la pared.
6 comentarios:
¡Qué bueno Susana, me hiciste reír!
A mí -como tantas otras veces- lograste estremecerme. Felicitaciones Marta.
Ricardo Nicolini
Susana: Las estoy viendo gracias a la magia de tu pluma. Sencillo, conciso, preciso. Impecable. Marcos.
Muy bueno
El humor ,--algo tan difícil--en tu pluma, se encuentra cómodo y nosotros los lectores ...disfrutándolo
Abel Espil
Hola Susana...estaba leyendo tus cuentos de la antología en que compartimos espacio y se me ocurrió buscar aquí. Bueno lo que encuentro, y se suma a lo publicado en Huellas a la mar 3.
Te dejo un saludo afectuoso desde Chile!
Amanda Espejo
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