Renato Marcelo Elgueta-Chile/Febrero de 2019

De locos…

La ciudad y su veloz homeostasis, todo gracias a sus células de lenta mentalidad; La mente veloz como la modernidad, todo gracias a su inercia fisiológica. La trayectoria por el continente no brillará más que la droga en el cerebro; la droga en el cuerpo no brillará más que el viaje por los países. Los pétalos de cada vida siempre serán de su mismo color; el color y la cantidad de pétalos no sería si muriese su tallo antes. Si no hay pensar antes de ser, puede haber arrepentimiento; si hay pensar sin ser, puede haber arrepentimiento. Si la relatividad no fuera relativa, no sería absoluta. Los números son imaginarios, tal como dios. Me atrasé en ver el único número uno. No merezco raza alguna. Demasiado loco para los normales. Demasiado normal para los locos.