LA NIÑA DE LAS NOCHES
La niña de
las noches
menea
cascabeles,
y agita
campanillas.
Dibuja
colores clandestinos.
Dispone
sonrisas de juguetes.
Con gestos
descuidados
devela
evanescencias.
Disuade
realidades
con paz de
caramelos.
Induce mil
caricias.
Mil besos
dictamina.
No es bueno
acostumbrarse...
La niña de
las noches...
¡corrompe
las rutinas!
(Excepto lo
que instiga).
Mejor, ser
cauteloso...
¡Fascina
cuando abraza
Y con mimos
hipnotiza!
Instala
fantasías
con ojos
inocentes...
¿Tres duendes
con dos lunas
la esperan
en la esquina?
Ya parte
como ayer...
un poco
despeinada,
un poco
desprolija,
llevando
algunas manchas,
corriendo,
divertida.
Como hoy,
vendrá
mañana...
el pelo
recogido en firuletes,
florcitas en
las medias
y en cada
zapatilla.
Extenderá
las manos
y ofrecerá
mejillas.
Entonces...
caeremos
como siempre,
a sus pies
(y de rodillas).
¡Que el día
pase pronto!
Extraño su
mirada,
su voz, y
tantas risas.
Pequeña luz
etérea,
tan bella y
tan sonora,
tan suave,
tan sencilla,
tan buena,
tan viva.
Que sea ya
la noche...
¡Que vuelva
la alegría!
De “Versos vitales”
No hay comentarios:
Publicar un comentario