Ardiendo
se fue
quemando de a poco
en el
tamaño de su mentira
en la
demora de su entrega
en la
hipocresía de sus actos
en el
fingir de sus sentimientos
en la
cobardía de su silencio
en el
escape de su pasado
en el
escondite de su existencia
en el
callar a solicitudes
en la
indiferencia a visiones
diferentes
de la propia
vaya a
saber
quien
arrojó el fósforo
quien
arrimó madera blanda
quien
apantalló la pira
no es una
fogata común
pero arde
como el infierno
tuvo la
oportunidad de evitarla
pero no
pudo o no supo
o no quiso
ahora es
tarde
esa
soberbia sostenida
eso de
querer ser lo que no se es
convirtió
una imagen en ceniza
y en una
tragedia su historia
1 comentario:
Luis, hassbido ejemplificar la degradación de una persona, hasta desaparecer junto a sus no valores. Un abrazo,
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