Amanecemos…
La luz se
agolpa en sobresaltos.
Te desnudas
arqueada,
sabes que tu
hermosura;
es mi
delirio.
Beso tus
colores con ahínco,
con sabor
melodioso
en cóncavo
vaso.
Se adelgaza
el aire
en el
crepúsculo matinal
de la vida.
Sobre tejas
consteladas,
estrellas
anadrio y
peces
voladores.
Fandango de
falenas
arden en mi
corazón.
El polen de
las mariposas
se desprende
sin argumento.
Una página
más,
otra nueva
estación.
Se incendia
la palabra
en suburbios
de vida.
Hilo de
tiempo y arena.
Aire azul
destituido
ahíta por la
tierra.
Bajo soplo
profético
recorre el
mundo.
Con sudor
aguardo
de las
crisálidas sus
primeros
zumbidos.
El rumor de
su aleteo.
Bajo los
árboles
esparcidas
estrellas errantes
gotea el
tiempo.
Roto pabellón
tiembla
al olvidar su
raigambre.
Corre por mis
venas
la memoria de
tu voz.
Coleóptero…
cantas
entre olas y
notas,
en esta
estación
dejas tu
aroma.
La vastedad
de la noche
se vuelve
incensario
bajo tu pelo
adormecido.
Al alba, tu
sexo deslumbra.
El árbol deja
caer sus hojas…
Rayo matutino
cae a mi costado,
con él en los
labios;
amanecemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario