Reseña del poemario “De mi mayor estigma (si mal no me equivoco):” (4ª
edición electrónica corregida), de Rolando Revagliatti, realizada por Isabel
Rezmo y publicada en su plataforma-e Litteradotblog, de España, el 28 de agosto
de 2018.
Rolando presenta un libro
cuyo lenguaje es una noria. Una noria de sensaciones, emociones; un pensamiento
subliminal y un vértigo poético. Un tuya y mía. Un juego que desconcierta y
sorprende. Creo que fomentar ese desconcierto ayuda a despertar la mente hacia
la interpretación, a lo onírico convirtiendo el poema en partículas, o formas
visuales que nos introducen en un submundo, una dimensión aparte para su
descubrimiento y comprensión.
El título es una conclusión
evidente. Nuestra vida está formada por pequeños o grandes estigmas. Todas las
situaciones que generan un comportamiento e incluso un cambio de actitud.
El comienzo es demoledor: “¿Evitaré ser lo que me digo?” Y como si
de un bisturí se tratara, va abriendo la carne hasta llegar a las verdades que
asola al individuo.
Rolando habla de los estigmas de la identidad (auto concepto), la apariencia
o la hipocresía; el estigma del primer amor, de los amores frustrados; la
muerte. Para ir poco a poco mostrándonos un camino donde el lector se sitúa en
un escaparate:
“digo de mí primero lo que
no tengo lo que no soy
que me ponga al frente:
(…mal rayo…):
los liderazgos me aprietan
las vecinitas me dan calor
no tengo (pero tengo)
catadura de imberbe
(…)”
La estructura y el ritmo
provocan un fuego cruzado, un desasosiego continuo en el poeta. El verso
tiembla, temblamos cuando lo leemos y cuando intentamos sacar sus enseñanzas:
“dentro de mí fuera de mí
pálpito pasión y
resurrección
semillitas de maldad
perspicacia rebanada por la
envidia
férreos conceptos para las
miserias espesadas
a golpe de espina sórdida en
un inestable contraluz
dentro de mí fuera de mí”
Fiel a una poesía
descriptiva, irónica, a veces muy irreal, otras demasiado exponencial, lírica,
fuerte, desvirgada, reflejo también de la actual sociedad argentina. No tiene
escrúpulos para presentarse de frente.
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