Si me aventuro en los árboles
una rama se burla de mí:
se enreda en mi pelo teñido,
me fuerza a parar con torpeza.
¿Reclamará mis canas?
Me pregunto esto
porque en el flujo
de mi sangre caliente,
cambio de piel,
soy inquilina de mí misma
siempre nueva.
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