Viento
No me
gustan las tardes sin viento.
La
quietud ahoga,
vaticina
el silencio
de un
pájaro muriendo.
Las hojas
mudas
pretenden
la caricia/aire,
caer,
deshojarse,
increpar
veredas.
Las
tardes sin viento
son como
un secreto despiadado,
un
asesino escondiéndose en la calma,
un
presagio, una tumba.
Necesito
la música de veletas en los techos,
la ropa
seca en los alambres,
el eco en
los abismos,
el ruido
tenaz que anuncia el amparo.
Del Libro
TERRESTRE
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