Imprecisión semiurbana, en la costa
Como
la conformidad devastada de ciudades
brumosas
la subida de cerros a medias
arreglados por la mano del hombre
llenos de detalles, de
imprecisable cúspide
Como ríos a medias
pantanos, parcialmente orillados
casi cubiertos de una
especie de musgo
de
viento o paja
Como playas sólo
percibidas desde la inclinación de las dunas
o el rumor apagado de
las olas en las orejas
O los
patios cuadrados, empedrados y húmedos
donde los abuelos
se sientan, en la mañana
o la tarde
en medio de
la neblina apenas húmeda
No era lo importante precisar el límite de los montes
la curvatura conminada por la mano y el ojo
la precisa ubicación de las cabañas y los bosques
la figura identificable de las
arquitecturas
Sólo el caminar,el subir
desde el parque al dominio de las alturas
desde las cuatro calles del barrio hacia los
invernaderos
interminables, húmedos
Ver las grandes bestias retozando a orillas
del mar en el crepúsculo
Reiterando
una y otra vez
dejando la huella de las
sucesivas imágenes superpuestas
La materia de los sueños
antiguos y los hitos demarcatorios
diluyéndose en ondas concéntricas
en
obstinamiento frente a un horizonte
suelto y vuelto a reunir
en ondas concéntricas
Soltado a las noches de
más lentas madrugadas
pobladas de grillos y
remotos rayos de soles fríos
expectantes
pero tranquilas
oteadas aún por
las columnas rotas del sueño.
La placidez de la extensión que se contiene a sí misma
desenrrollándose como un mapa sin bordes
llenándose de puntos inubicables
Que no logran plantar la planta firme.
Como el humo de los cigarrillos
desde las diferentes ventanas
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