jueves, 22 de enero de 2015

Ascensión Reyes (Poema)-Chile/Enero de 2014

EL MADERO

Aquel rústico madero
vio la luz en un monte enclavado
que entre tinieblas, odios y denuestos,
rudas manos
en cruz convirtieron.

Allí estaba el Redentor
el hijo del carpintero,
llamando al Padre en su agonía
entre un ladrón humilde y arrepentido
y otro de enraizada soberbia.

¡Que afortunado fue ese madero!
Sostuvo con amor ese cuerpo divino,
fue partícipe del sufrimiento, y
como dardos venenosos,
escuchó las blasfemias de los soldados .
Aquel paciente madero,  supo
del Salvador y su último suspiro.

Con el deslizar de los años
alguien lo debió encontrar,
viejo y apolillado, esperando su fin.
Sin embargo…
tendría el honor de abrigar,
el fogón de un  hogar

con aromas de bondad.

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