LOS QUE SON... SON
Oscuro, extremadamente oscuro. Esta es la noche elegida. Nadie ve a nadie .
Cachorro junto a Eliseo escapan de la cárcel de la calle Bermúdez. Organizaron
la pelea de ranchos , quemaron colchones. Los guardias como los presos ,
manifestaban ahogo. El humo apretaba aún más la oscuridad malsana de esa noche.
Rápidamente , Cachorro y Eliseo la dejaron en el olvido.
El acuerdo era llegar juntos hasta Fray Bentos. Cachorro seguiría rumbo a
Brasil y Eliseo , quien ya conocía Uruguay, se quedaría en Rocha.
Ambos tenían condena a 18 años. En la pequeña cárcel de Devoto , llevaban
cumplidos 2 años y medio .
Conocían cómo realizar canales de acceso a los Bancos y abrir enormes
puertas de caudales. El futuro los esperaba .
En lo suyo eran muy exitosos y lo habían demostrado , cuando realizaron su
mayor obra de arte delictivo, al cruzar de vereda a vereda la Av . Las
Heras.
Al realizar -- pensada y desarrollada -- su huída, tenían muy presente ,
que no mucho ,pero algunos dólares aparte de pesos debían tener.
En ese mundo , todo se compra , todo se vende y todo se roba.
Ellos no desconocían que si había que ofrecer sus cuerpos estaban
dispuestos a hacerlo. El objetivo era uno solo .Escaparse para siempre .
Eliseo es alto , ojos oscuros, cabello abundante y enrulado .Al sonreír
muestra una perfecta dentadura blanca. Lo más destacable son sus uñas largas.
prolijas y con transparente esmalte que las hace aún más destacables.
Con el gerente del Banco de Rocha , se habían conocido en el Super .
Ambos estaban muy ensimismados eligiendo vinos tintos. Al tiempo, se hicieron
amigos.
Eliseo ya no vivía en el hotel. Había alquilado una habitación en la casa
de Doña Francisca. Además , consiguió trabajo de repartidor de diarios en el
puesto principal de Rocha. Llegaba a las 3 y 30 de la madrugaba , recibía los
diarios , les clasificaba las secciones y previo a salir de reparto se fumaba
un Imparcial.
Al tiempo, era un eximio conocedor de calles y de como sus habitantes
desarrollaban sus vidas simples y rutinarias.
El Sr. Edgardo Barrientos, Gerente del Banco , llegaba inexorablemente 7y
30. Tomaba su cafecito y leía las noticias del día .
De a poco iban llegando los 45 empleados, vestidos con pantalones negros y
camisas blancas de manga larga. Algunos con corbata oscura y otros sin ella.
Laurita , hacía 37 años que era tesorera.
Fue ella la que dio el grito de alarma al comienzo de la jornada laboral.
En el sótano, se hallaba la enorme caja de caudales , abierta y vacía,
Pegada a ella hay un agujero de 85 cms de diámetro que llegaba hasta la vereda
de enfrente, donde está el comercio de pastas de Don Albino.
La conmoción del atraco recorrió como una ráfaga toda Rocha. Los vecinos no
hablaban de otra cosa.
Jacinto --el dueño del puesto de diarios--al día siguiente se fue a la
pensión de Doña Francisca. Estaba preocupado porque Elíseo no era de faltar y
no lo había llamado como tampoco había ido a trabajar. La encontró a Doña
Francisca , barriendo la vereda.
Ella le transmitió su desconsuelo. Eliseo no estaba y además de haberse ido
sin despedirse , le había dejado en la mesa de luz , el dinero del mes , cuando
aún faltaban 17 días para que finalizara.
5 comentarios:
Bien narrativo. Da para una continuación, una novela. Un relato ágil, crudo, descriptivo. Sin anestesia, al estilo de las crónicas. Buenísimo, bien abeliano. Felicitaciones, y van...Marcos.
Un relato de delitos bien rioplatenses. De Villa Devoto a Rocha y en el medio la acción atrapante. Cortita y al pié. Final bien "Abeliano". Felicitaciones.
Me gustó, manejas el suspenso muy bien Abel. Es una lástima que para nosotros lo poetas, el editar es tan caro. Por ser así los lectores pierden , porque no nos detectan. En fin es lo que hay, tal vez podamos editar un libro para llegar con presiosuras como este relato tuyo a la masa lectora. Felicitaciones y beso Alicia.
Abel: relato con tu estilo. Buen manejo de los personajes y las escenas. Un abrazo,
Excelente la composición de lugares y situaciones, como característica tuya. Felicitaciones Rita
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