martes, 22 de julio de 2014

Isidoro Gómez Montenegro-Cosoloaque, México/Julio de 2014

Deseos

Petrificada noche…
muro de silencio.

Lago de vida impuro,
me bañan hojas acariciadoras
aves perecederas
levantan el vuelo
lejos de la lascivia, el oprobio,
la ira, la muerte.

Tiempo de olvido…
de desastre prohibido.

Prohibidos placeres
nacen entre dientes
esperan la carne
sabor amargo que corrompe.

Noche…sombra de niebla
sin horizonte,
ojos frente a frente.

Bosque, cielo, tierra,
vedados
sin horizonte ni recuerdos.

Las cosas
se nombran por su nombre
se esconde el placer, el deseo.


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