Vengo
de visitar las esquinas del dolor
¿Y qué pasa con esos que no tienen oídos para oír,
y te cierran las compuertas de sus almas,
con esos que creen lo que ellos mismos cantan?
Y qué pasa con esos laureles de paz
colocados en cabezas que solo esperan fama,
con esos que no escuchan las canciones del
alma,
con esos que creen cantarle a la justicia,
y brillan sus botas en las esquinas del placer?
Si el gran desafío es inhalar miseria,
Corrupción,
Odio,
Violencia.
Metabolizarlo todo con ideologías de amor,
exhalar tolerancia,
aumentar la bondad en corazones fríos,
calmar el delirio de los poderosos,
y limpiar lacras sin temor a contagiar las
manos.
Esas manos que acarician sus propios rostros.
Rostros que se miran mucho al espejo
buscando la belleza de la piel
en lugar de sondear la belleza del alma.
Escribo en el limbo del dolor,
Es que sé que el sentido de la vida queda atrapado
en el papel de un poema,
en las ondas del aire que resuenan en el
desierto,
colocando muecas en el perfil del tiempo
perdido.
No me contradigan,
lo suplico,
que hoy vengo de visitar
las esquinas del dolor y la sangre.
1 comentario:
Hermoso poema Carmen. Mis felicitaciones y saludos desde Lima, Perú.
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