COLECCIONISTA
Tengo
grietas en los dedos
de tanto escribirte
las letras estallan contra el papel
lloran,
sangran.
No eres mas que un animal viejo
aparcado en mi memoria,
y yo aún me siento ultrajada
entre el rebaño.
de tanto escribirte
las letras estallan contra el papel
lloran,
sangran.
No eres mas que un animal viejo
aparcado en mi memoria,
y yo aún me siento ultrajada
entre el rebaño.
Pienso
varios meses en nosotros,
te llamo por teléfono
gimo
–no puedo caminar–
suplico una visita en mi alcoba,
escucho el cerrojo de la puerta,
tus pasos subiendo la escalera
caes,
gritas,
un charco rojo en la alfombra.
Con cuidado bajo y recojo las canicas;
que bueno que desde niña
fui coleccionista.
te llamo por teléfono
gimo
–no puedo caminar–
suplico una visita en mi alcoba,
escucho el cerrojo de la puerta,
tus pasos subiendo la escalera
caes,
gritas,
un charco rojo en la alfombra.
Con cuidado bajo y recojo las canicas;
que bueno que desde niña
fui coleccionista.
Del libro: Pétalos de fuego, Premio Nacional Nezahualcóyotl de poesía, Tinta nueva, 2016.
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