Miranda Manso-Argentina/Agosto de 2018

CUANDO TE VI LLEGAR

Cuando te vi llegar
mi casa se volvió enorme,
el nombre mascota te quedaba pequeño,
sentí el amor sincero.

Cuando te vi llegar,
la cama se volvió pequeña,
tan angosta como mi reina...
apenas había lugar para las dos pequeñas.

Cuando te vi llegar,
temblando estaban tus patas,
te envolví en mi ropa
y prometí no dejarte sola.

Cuando te vi llegar,
me enamoré por primera vez,
como una madre,
cuando a su hijo ve.

Cuando te vi,
cuando te elegí,
cuando te soñé,
cuando me enamoré.

Fue ese día,
en el que mi corazón,
se enamoró perdidamente de una reina,
de una mascota de patas cortas.