jueves, 19 de agosto de 2010

Bohemia de Literarte-Sábado 24 de Julio de 2010

Invierno en Buenos Aires, en la calle soplaba el viento y el cielo,  en su grisura, amenazaba lluvia, nada de eso nos acobardó y en salón de la MAPBA,  a las 4 pm, nos encontramos más de 70 personas para compartir una nueva Bohemia de Literarte, la número 57 en su 6º ciclo consecutivo.
Dimos comienzo a la misma con la presentación de un nuevo número, en soporte papel, de Revista Literarte, la cual fue entregada a los autores que se encontraban presentes y que publicaron sus poemas o cuentos, digo así porque muchos escritores participantes de esta edición residen en el exterior.
A continuación el escritor Santiago Espel presentó oficialmente su libro Cuaderno acústico, se refirió al mismo el escritor Fernando Koffman

Santiago Espel, Fernando Koffman y Graciela Pucci (de izquierda a derecha)

Los jóvenes estudiantes de violín y futuros profesores de música: Ana Aylén Glavic y Matías Hernán Bitocchi, de 19 y 20 años, son los integrantes de Maritornes, ellos realizan instrumentos musicales artesanales, dieron una mini charla sobre la confección de los mismos e hicieron una demostración de sonido de cada uno de los instrumentos.


Ana Aylén Glavic y Matías Hernán Bitocchi, integrantes de Maritornes




Luego del intermedio, momento en que compartimos un café con masitas, hizo su actuación el cantante de Bossa Nova, Ernesto Frangipanni, interpretó varios temas y  cautivó al público presente.


 Ernesto Frangipanni interpretando Bossa Nova

Al término del segmento musical dimos paso al micrófono abierto, espacio dedicado a los asistentes en general para que lean sus textos, reciten o canten.


Antes de despedirnos hicimos el habitual sorteo de libros y artesanías, en este caso gentileza de Lola Car



 Siendo las 7.30 pm nos despedimos con la promesa de volver a encontrarnos el sábado 21 de Agosto para disfrutar nuevamente un agradable momento cultural.





Oscar Alfonso Vera-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


Me duele su dolor

Cual juguete desnudo abandonado y triste
los veo en los rincones, humilla su dolor,
con su mirada buena te cuentan en silencio
su pena, su desgracia, su cruz, la sinrazón
de esos perros humanos tan crueles y soberbios
que compran su mascota faltos de compasión,
porque tienen un hijo al que brindan caprichos
y un bolsillo repleto, bonanza sin valor.

Los veo tan sumisos durmiendo al desamparo
soportando los fríos de Eolo al por mayor,
o pidiendo limosna con sus ojos perdidos
esperando algún hueso, de ese ser superior
bien moviendo la cola o lamiendo la mano
cual mueca cariñosa que regala al dador,
si tanto lo querían, porque lo abandonaron
¿pensaron un instante en todo su dolor?

Hoy deambulan perdidos sin un destino cierto
talvez buscando al amo, que les de protección
ellos no se dan cuenta que molestan su paso
al hombre que se cree ser Rey de la creación,
y yo pienso, y lo digo, cuanta maldad en vano,
tú que das tu moneda tan ruin, piensa por Dios
dejaste abandonada, una vida, sin causa
de aquí en más, no cometas tan cruel desproporción.

Si vuelvo a Mar del Plata, espero esté desierta
de perros que hoy transitan sus calles sin amor
por eso va este ruego, por los irracionales,
que jamás, nunca sufran tanta desolación,
verlos junto a sus amos, cuidados, protegidos
jugando con los niños, bondad y corazón
que nunca más exista un perro abandonado
que sean real mascota, y que brille su sol

Fidel Alcántara Lévano(Poema)-Perú/Agosto de 2010



HACIA EL UMBRAL DE LA GLORIA

Si me dejas a merced
Del filo del vil metal,
Rodará mi cabeza
Palpitante de tronos
Muriendo en un segundo
Mis sueños
Sobre la faz de la tierra.
Por eso borro la bruma
De mi entorno vacilante
Y hago ruta con mi canto
En el espacio celeste
Acribillado por las balas
Del errante sin entrañas,
Más no huyo del dolor
O del ataque del llanto,
por eso me enfrento
con el pecho al aire
en protesta
contra el aura envenenada
 de los dueños del mundo.

Fidel Alcántara Lévano-Perú/Agosto de 2010


LA CRISIS  INTERNA DEL SER

Cada día se torna  más alarmante pues los delitos  ocurren  hasta en territorios que siempre se hacia gala de paz. Suceden de una manera inverosímil que parece parte de una macabra historia de ciencia ficción. Más al percatarse que es la pura realidad; en verdad; no se le encuentra razón de ser. Es que el ser humano ¿tanto puede denigrase en una corta existencia terrenal? Sucede en las más altas esferas sociales y en lugares donde la pobreza hiere con el dardo del abandono. Acaso no existe la ley que regula las actitudes del hombre. No sabe todo ser que la violencia a nada conlleva. Más a pesar de todo, se incide en lo mismo. Hay distintas maneras de delinquir en este mundo, que todos las conocemos. Hay algunos por ejemplo que tocan los dineros del pueblo, o se burlan de la buena fe de su propia sangre y se sienten felices causando la maldad en el prójimo. Hay otros más avezados que  se tiñen de rojo las manos, o tienen la conciencia oscura, dejan sin piso al que labra su ruta en base de esfuerzo y dedicación. La traición inaudita,  el ataque por la espalda, es lo que impera en la actualidad. Es tanta la avidez por lo negativo que una mentira en todo el ámbito nacional es poca cosa. Ante esta gran  realidad, deja en claro; que la sociedad se esta deshumanizando cada vez más y los que envenenen la senda del hombre, no sólo son los que enferman el medio ambiente, sino la misma  ambición de seres que son igual que nosotros pero con la mente insana. En este caso, los contaminadores del alma somos nosotros mismos, con nuestras malas acciones y actitudes inconfesables, en aras de ser un potentado económico. De tal manera que desde la trinchera donde se encuentren; todo lo que esta mal parado, se desvanece como por arte de magia para formar parte del peculio  propio. A parte de ello, hay otro agente que aniquila las aspiraciones humanas como por ejemplo aquellos  que desde un puesto aristocrático, público, o estatal, truncan las aspiraciones de los que tienen inusitado talento tan solo por envidia, al ver que su incapacidad los relega al último peldaño de las aspiraciones permisibles. Los que marginan directa e indirectamente al que lucha con honor por un sitial en la escalera del triunfo.  El que basado en su poder actúa con alevosía y favorece a una clase más que otra por intereses creados sin importarle el sufrimiento ajeno. Más a pesar de todo, con desbordante y descarada publicidad, intenta oscurecer la luz del día con un solo dedo en un acto de cruel inconciencia.  Es la peor aberración que puede existir sobre la faz de la tierra. El que quiere todo para él y nada o poco para el demás, cegado por la avaricia, que también es una horrible demostración de alteración de la conducta y la  personalidad. Frente a tantos deslices que hay en la humanidad, ni la política, o la religión,  son capaces de corregir estas inconductas de los grupos humanos. Es que todo se origina, de la falta de equidad,  desigualdad existente que va generando anticuerpos en el que menos tiene o siempre segregado y desencadena en  rebeldía que luego se transforma en actos reñidos  contra la moral. La ingratitud, la indiferencia, la prepotencia  la demagogia, el nepotismo, los círculos cerrados, las cofradías, la eternización en los puestos estatales en base a la falsedad, el endiosamiento del que nunca le ganó a nadie pero que funge de muy patriota, la imagen del que es utilizado sólo para levantar la mano y apoyar al poderoso y gana sueldo fabuloso, el aprovechamiento descarado de parte del que maneja las riendas del país, contra el  más débil, da cabida a una generación de inconformes, el fanatismo partidario que lo hace creer que su palabra es divina. Todas estas  condenables incongruencias, son los que han delegado un ámbito  de zozobra y desesperación al haber una terrible inseguridad ciudadana que solamente acabará cuando los  hombres del planeta sepan que han venido a este suelo a servir y no para vivir de otros en razón  a su buena fe. 

miércoles, 18 de agosto de 2010

Rolando Revagliatti-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010

Artista


Al principio del proceso de gestación, le ocasionaba inconvenientes diversos a su mamá, tenues y vulgares. El parto fue normal, y en la cama matrimonial de sus papis: borroso don Lacio, ya un provecto, y Catalina. A Andresito lo antecedieron Gustavito, luego el robusto adolescente Gustavo, y Luisita, recibida precozmente de ingeniera civil y con promedio distinguido. Andresito y Gustavito eran rudos entre sí, en tanto con Luisita se mostraban considerados. Andresito era el más serio de los tres. Y el segundo más serio de los cinco. La fiesta acontecida a raíz del vigésimo cumpleaños de Gustavo, se malogró por el síncope que demoliera a don Lacio, más lacio que nunca yaciendo sobre el sofá del living, rodeado por la muchachada. Catalina no tardó en volver a casarse. Y Andresito contrajo hepatitis, en represalia, a modo de amonestación por ese enlace con un anciano entero y pintón. A él no le resultaba sencillo entregarse y disfrutar. Y se martirizaba por nimiedades y desacuerdos con circunstanciales novias o amigas. ¿Avatares?: un par de blenorragias, o bien, borracheras con vino del zorro, o amontillado, o vodka, después de cortes bruscos.
Quiso el destino que a su medio siglo se encamotara nada menos que con una mendiga con parada en Retiro. Y que la sustrajera y la hiciera bañar, y curar de esos estigmas ulcerosos en las piernas. Y la extirpara de las calles ubicándola en un piso donde la ama con fervor encomiable. Y la vista en Gina Buti y la peine en Miguelito Romano. Y la declare su musa redimida, ya que inusitadamente estimulado, escribe y pinta ahora, y la menta y la plasma desde la pluma y el pincel. Es en la Galería de Arte y Poemas Ilustrados Delacroix donde expondrá desde el próximo primero de marzo, fecha de la vernissage con celebridades invitadas, y ágape y prensa, hasta el diecinueve de ese mismo mes.

Zaidena-Elortondo, Pcia. de Santa Fe, Argentina/Julio de 2010



 El bosque
El bosque guarda su asombro
ante tremenda belleza,
y el sol, besando las aguas
escucha de su pureza.

La mariposa aletea
sobre la flor perfumada
regalándole sus galas
cual corazón a su amada.

Y la brisa suave y fresca,
señora  de estos lugares,
envuelve con sus suspiros
los recodos de estos lares.

Los trinos ya se agigantan,
los sonidos reaparecen,
y los ruidos se hacen eco
de esta enorme vida verde.

La perfección en sus formas
se muestra intacta y solemne,
el animal ahí no mata,
sólo conserva su especie.

Al nido ajeno respetan,
nadie intentará  robarle,
cada cual tiene su casa,
y es del dueño… o es de nadie.

La droga no la conocen,
tampoco  envidia y poderes,
cada cual se ocupa sólo
de lo que son sus deberes.

¿Y aún así menospreciamos
a nuestra madre natura?
Creemos  ser importantes
¡ y somos pobres criaturas!

Hoy no respetamos a nadie,
nos  rendimos a placeres,
cualquiera es todo un señor
si tiene plata y poderes.

Te  matan brutalmente
porque miraste torcido,
te quitan las ilusiones,
los sueños, y lo vivido.

¡Y dicen que esto es vivir,
que es la vida, lo moderno!,
yo  creo, sinceramente,
que es vivir en un infierno.

Extraño palabras dulces,
el paseo por el pueblo,
la puerta de casa abierta
sin cerrojo o carcelero.

Es mi sueño el de confiar
 y pensar : ¡no hay sufrimientos!
 pero a  aquellos que gobiernan
no los mueve el sentimiento.

No quisiera despertar
y seguir viviendo esto.
Sólo ansío de una vez
vivir en un mundo honesto.

Y que el bosque no se asombre
ante tremenda  belleza,
y el sol, besando las aguas
escuche de su pureza.

Yatel Soler-Ushuaia, Argentina/Agosto de 2010

Cuadro de Yatel Soler


De los escritos de un ebrio….sur paredón y después es…

Un tomo desconocido

                                                                                      A Aarón

Un sujeto que vive la inmortalidad, es el mismo que  independientemente interpreta todo organismo primigenio al contemporáneo, fraccionando la porción temporal en proeza inmediata. Sin verlo decimos, ¿quien piensa tamaña exactitud, merece vivir?

Nélida Vschebor-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


EL PASO DE LOS DIAS


Bueno, ya pasó el domingo. Hermosa la película aunque lo mejor fue estar con Anita.

Luisa entra a su habitación. No quiere pensar que es el geriátrico.
Prefiere creer que aún está viviendo en su casita de Flores.
Hoy amaneció lluvioso pero tenemos al muchachito esmirriado con su guitarra. Jovencito, pero encantador. Complace todos los pedidos.
Luisa sentada junto a los demás  también pide un bolero de aquellos que hicieron furor en su época, cuando los chicos eran pequeños. Anita, la más remolona, siempre pegada a su pollera.
Hoy ya no llueve. Hubo un inconveniente. Se llevaron a mi vecina de cuarto. No se sentía bien. Es comprensible, jamás vienen a verla.
Luisa se detiene junto a la ventana. Mira su potus, el que le regalara Anita. Lo riega y se para ante el almanaque. Ya pasó la mitad de la semana. Sonríe esperando el último día.

Alguien golpea a su puerta. Es la enfermera rubia, la que tiene los ojos siempre sonrientes. Le recuerda que va a comenzar la película de los domingos.
Luisa se arregla el cabello. Hoy no, estoy esperando a Anita.
Vamos querida. Anita hace un año que se marchó a Córdoba.

Rubén Vedovaldi-Rosario, Pcia. de Santa Fe, Argentina/Agosto de 2010


ASTRONAUTA NEGRO

El primer astronauta muerto en la luna fue un negro.
Lo dejaron desnudo y tirado en la superficie porque no había presupuesto para funerales.
Su cadáver se veía como una mancha sombría desde la Tierra, arruinando el ensueño de los enamorados en las noches de luna.
El presidente ordenó que una próxima expedición barriera esos restos al lado oscuro de la luna. Y así, en la Tierra, los enamorados volvieron alegremente a sus romances, nocturnos y serenatas.

Juan Carlos Vecchi-Olavarría, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


 YO PREFIERO EL MATE DULCINEA
 
            "El pez por la boca muere.".

                            Frase popular.

                                                                                              A Nacleta Chancleta...


    SIGLO IV a.C.

A la hora de la siesta, como cosa de todos los días cuando no cae el argavieso, Sócrates, matiza la modorra que precede a la siestonga pensando. Piensa a la sombra de una de las estatuas del patio del pensionado de ilustres pensadores, la denominada Diosa Atenas, sita junto a la medianera del fondo, entre los yuyos y los tacos de reina. Sin motivo aparente y sin saberlo, Sócrates, en pocos minutos más se convertirá en el primer filósofo en filosofar de manera consciente de sí misma y sabedora de los métodos que emplea.
Sócrates se dispone a crear la conocida y nunca bien ponderada mayéutica. La interrogación. En cinco minutos más, tengan paciencia, Sócrates, le preguntará a todo aquello que se mueva: "¿Qué es ésto?, ¿qué es aquello?". Incluso, a la pregunta: "¿qué hora es, Don Sócrates?"; él contestará: "¿qué es las ocho y cuarto?". Su interlocutor insistirá diciéndole: "Pero, Don Sócrates, me extraña viniendo de Ud.; no se dice es las...". A lo que el gran filósofo responderá: "¿qué es Don Sócrates?". Finalmente, este hombre partirá raudo y ofuscado por la actitud del pensador, exclamando: "¡Pero lavate las patas, loco!". A lo cual, Sócrates, insistirà: "¿qué es lavate las patas?.
¡Chit!. ¡Hombre alterado, dime tú, oh & ah!".
Pasaron ya cuatro minutos y medio: Sócrates se calza las benditas sandalias de pescador de ideas y sale de su casa, decidido a definir y a llegar a la esencia de cualquier concepto que aparece como un fantasma imaginario en su mente. Camina hasta la plaza pública de Atenas y a todo el que pasa delante de él lo llama y le pregunta: "¿Qué es esto?".
Así, por ejemplo, en un primer momento se le cruza un capado gato negro y por ende gordo de misterioso andar perpendicular a su agobiado paso de gran pensador gran.
- Gato, que eres muy gordo, ¿qué es esto? -le pregunta  mientras le muestra una pata de conejo.
- Mala suerte, Don Sócrates -sentencia el obeso gato negro sin detener su oscuro andar felino.
Al rato nomás, Sócrates, ve a un mendigo que se dispone a dormir la siesta recostado sobre uno de los bancos de la plaza. Se ha tapado con varios pergaminos con noticias de la semana pasada y alguna que otra plancha de telgopor que en otrora era muy popular en Grecia a la hora de hacer rechinar los dientes, pizarròn mediante.
- ¿Qué es la pobreza, mendigo? -le pregunta el filósofo, quien acostumbraba a desenfocarse de la realidad cada  14 baldosas cuando salìa a tomar aire.
- Tu vergüenza... filoso filósofo Sócrates -le contesta el hombre pobre poniéndolo en su baldosa.
Al escuchar estas palabras, Sòcrates, deja caer varias monedas de oro sobre una de las manos abiertas del mendigo y luego sigue su caminata silbando para no sentirse tan miserable.
Un rato más tarde el ilustre pensador se encuentra con una mujer de la calle muy experimentada que todos los días y en la misma esquina de aquella plaza ofrece su maravillosa anque costosa anatomía.
- ¿Qué es el sexo, mujer? -le pregunta Sócrates.
- Es algo que tú nunca conocerás, querido Sócrates -le responde la hermosa mujer y luego agrega en su beneficio económico-. De no ser que me entregues ipsu facto tres monedillas de oro. Es más, tengo en mi cartera helènica ya la toalla y un par de caramelos de peperina. Dos horas después, Sócrates, regresa a la misma plaza caminando un poco más liviano desde el motel más cercano y se encuentra, ¡oh, ironía del desatino!, con su verdugo.
- ¿Qué es ésto, verdugo? -le pregunta el filósofo mientras sostiene un pequeño recipiente de madera con ambas manos.
- Cicuta -sentencia el verdugo y agrega irònicamente-. Tómeselo todo, Don Sócrates, hasta la última gotita. Dicen que es bueno para la circulación... de la gente.

Belén Vecchi-Olavarría, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


Ojalá te vieras 
como yo te veo

como esas cosas iluminadas
por el atardecer
como un niño con
pájaros en los bolsillos

y tanta calle
y tanto frío.

Ojalá el fervor que
te lleva
por la vida
por los días
sea un ejemplo más de
Libertad.

Stella Maris Taboro-San Jorge, Santa Fe/Agosto de 2010


Tu imagen


Te busco en el murmullo de la noche,
recorro los caminos de la luna llena,
junto el agua que desprenden las estrellas
Todo lo intento.
Tu recuerdo se acuna como trigo al viento,
sólo aprendí a bordar tu nombre
con hilos de los días que latimos juntos,
tomé arcilla y dibujé tus labios fundidos
en los míos.
Tan sólo hoy, busco tu huerto de frescura,
quedarme en tu mar de aguas seguras,
respirar en el calor de tu aliento,
porque eres el único sendero cierto,
que al amor conduce en sereno viaje.
!Oh , orilla dorada de tu río revoltoso
que sabe a miel profunda
en estos besos que navegan azarosos!

Luis Siburu-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


EN ESA ESQUINA
 
La esquina. Siempre habrá una esquina ,
en el mundo geométrico que habitamos.
La dictadura del ángulo de noventa grados ,
en la manzana cuadrada donde juntos respiramos. 
Hay diferentes esquinas. Según el momento , el error,
el destino , la suerte o la vorágine.
Para un enamorado es el rincón
donde espera desesperado ,
ignorando el rayo de sol y hasta si llueve , 
en esa esquina. 
En la mente oscura de un adicto ,
es el ámbito elegido para cambiar dinero por paz ,
sin importar quienes pueden verlo o detenerlo ,
 en esa esquina.
Un canillita dirá que es la mejor parada para vocear su mercancía .
Aunque anuncie mentiras , desgracias , frustraciones ,
siempre habrá alguno comprando las noticias ,
 en esa esquina.
Para  nostalgiosos , solitarios , depresivos ,  tímidos o  ansiosos ,
que buscan una silla y una mesa , un amigo , un café , un oído ,
no habrá mejor diván que aquél bar ,
en esa esquina.
Y para la florista , sentada entre claveles ,
con los aromas siempre vivos en cada medianoche ,
habrá atención de noctámbulos o autos detenidos ,
en esa esquina.
Pero…como el hombre evoluciona y siempre busca nuevos desafíos ,
es probable que mañana ,
así como ayer nació la alargada y ancha autopista entre torres caídas ,
 el dibujo de la edificación y sus calles sea distinto .
Circular u ovalado  , aunque parezca un desatino ,
 sin posibilidad de obtusos , agudos o rectos , que incomoden el camino.
Y esa esquina . La esquina del jubilado y su sosiego o la esquina del mendigo y su hastío ,
la que pudo unir en una ochava la desunión de Saavedra con Moreno , 
quizá desaparezca en el olvido.
Será justo ? , será entendido ? , o acaso hay esquinas de la vida
que alguien querrá retener como a un amigo ?.

Ana Romano-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


GAMA


Asteriscos modula el aire
Prismas tricolores
bordan el follaje
La brisa bosteza
Estira la niña los brazos
mientras la nube se disfraza
Recorre, atrevido
el pájaro, el pincel
Aguarda
la paleta de colores
al bastidor.

Malena Puente-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


Sin titulo

El melancólico vacío de mi alma
atraviesa el aire infinito
de la silenciosa espera.

Un ineludible batir de hojas húmedas
hace colmar el cansancio
de mi mente.

El oscuro campo
cava en mí el atroz duelo
que recorre mi cuerpo.

Un engañoso túnel
vence el sedoso plasmar
de mis nostalgias.

Entonces…
el pabilo de la soledad
se hace cotidiano
en el minar de mi paciencia.

Zulma Prina-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2010


Somos

Tan solo somos
la mujer y el hombre que somos
en este andar sin tregua
en este andar salobre
en este andar cansino.

Cuesta trajinar sobre la piedra
lento tejer estaciones
duro golpear la lluvia
amasar el fuego
apresar silencios
asolar inviernos.

Tan solo somos
el ir y venir de los meses gastados
la raíz abierta en busca de los hijos
el anuncio de nuevos resplandores

de aguas y de abriles que huelen a jazmín
de esteros y caminos que prometen pan

de siestas de frutas
de incendio de soles
sobre nuestras plantas.

Pero somos
nada más y nada menos que esto

la geografía blanca de las calles
el espacio verde de las casas
la fuerza de un cielo en la mirada

la vida misma de a dos

apretada
entre las manos

Marcela Predieri-Argentina/Agosto de 2010


ESAS MUJERES


Entre un sol de ciruelas y la noche
el poder del lupanar engolosina enaguas
              curva la desnudez del tacto
      para envolverlo entre las sábanas

Ante el asombro
                          los pezones tiemblan
el oriente ensimismado se alza entre el incienso

Ellos aguardan

Su mutismo besa
                         la lengua de la culpa

Marcos Polero Vélez-Buenos Aires, Argentina/Julio de 2010


Contra Dios no se puede

Recuerdo cada momento como si fuera hoy y parece mentira. Tantas cosas pasaron después, tanto se habló. Si yo hubiera sabido…
El año: 1974; El lugar: Mi barrio. Todas las ilusiones puestas en una pelota.
El gobierno había anunciado una reedición de los “Campeonatos Evita”, que tanto esplendor habían tenido en los primeros años del peronismo.
Teníamos el equipo: El gordo “Pié Grande” de arquero, ya que con su corpulencia  y su metro noventa cubría casi todo el arco abierto de pies y brazos cuando achicaba.
Yo era el cuatro, incansable corredor que ponía todo el corazón en cada recupero y todavía me daba el aliento para alguna que otra subida con  centro incluido.
La defensa era muy buena: José  “Paredón” de dos; Julio “El Chiquito” (Que medía mas o menos como Pié Grande) de líbero, mi hermano de tres.
Además teníamos un excelente medio campo, comandado por Carlos “Calesita” Puig, un maestro en la gambeta, y una delantera imparable, con el “Loco” Robles de nueve, que no era habilidoso pero la metía de cualquier forma.
Pasamos la primera ronda en forma impecable: Tres triunfos y un empate, que merecimos ganar.
Llegamos a los octavos de final contra la división inferior de un club; no nos daba miedo, nos comíamos crudo a cualquiera.
En la cancha, ya a punto de comenzar el partido, vi que mi tío, que era nuestro Director Técnico, se puso blanco, se quedó pasmado, y me llamó.
—Ojo con ese negrito— me dijo.
— ¿Cuál?, ¿el diez?
—Si, lo vi haciendo jueguitos en el entretiempo de un partido en La Paternal; ¡Ojo!, es muy, muy bueno.
—No te hagás problemas, por acá no pasa, le voy a dar hacha.
Y se vino el primer tiempo: El Negrito me volvió loco, me quedé con el hacha en la mano cuando me hizo un caño y se fue al gol.
Nos hicieron cinco, cuatro del Negrito. Así naufragaron nuestras aspiraciones de ganar el torneo. Ellos, los “Cebollitas” de Argentino Júnior fueron los campeones.
Cada vez que lo vuelvo a ver, en la cancha o por televisión, me invade ese recuerdo, sin rencor y con cierto orgullo.
Se lo he contado a mis hijos pero sospecho que no creen que jugué contra Diego Armando Maradona, que es como decir que jugué contra Dios.