martes, 23 de octubre de 2018

José María Coria-Bolivia/Octubre de 2018


MI PRÍNCIPE

Había una vez... pero ahora no hay... un hermoso niño regordete que podía cantar, pero no nadar; podía bailar pero no correr; podía pintar pero le costaba respirar; todo lo que podía lo hacía muy bien. Pero hubo un día que un gran dragón voló y bajó a la tierra y le dijo al príncipe: "podrás hacer todo muy despacito, pero amarás y te amarán con tanta intensidad, que cada respiro que tengas te devolverá el aliento y en cada crisis que caigas, estaré yo con la energía del sol... te amo mi príncipe".
Y aunque no lo crean, el príncipe soy yo, Chema y el dragón es dios.

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