viernes, 21 de febrero de 2014

Marta Susana Díaz-Buenos Aires, Argentina/Febrero de 2014



ELLAS TRES


La pelirroja tenía sus ojos dirigidos hacia la puerta.
Creo que me vio entrar, pero como de costumbre,  ni se inmutó.
Hacía mucho calor esa tarde de sábado en Buenos Aires.
Su melena rojiza se agitaba  bajo las aspas del ventilador, mientras el peluquero atendía a las clientas que charlaban.
Quizás se creía parecida a Rita Hayworth, con su cabellera como fuego entre todas las demás mujeres.
La platinada me clavaba la mirada azul con sus ojos inertes haciéndome sentir incómodo.
Su nariz perfecta asomaba recta bajo el flequillo, casi hasta la sombra de las cejas finamente delineadas.
La boca era pequeña y sus labios bien rojos. La típica rubia hueca, pagada de si misma y llena de ilusiones para escalar una buena posición en el mundillo empresarial.
A su lado se encontraba la de los rulos ensortijados y negros.
Con ojos verdes, casi fluorescentes  iluminaba todo aquello que miraba.
Ella era la que me parecía más sensata. Quizás algún día me animase a pedirle una cita.
El peluquero reía mientras hacía el brushing a una clienta que le contaba las peripecias de su nieta en el jardín de infantes.
Hubo un momento en que la algarabía y las risas inundaron el salón de belleza.
Una manicura pintaba con sumo cuidado unas uñas de un rojo intenso buscando la perfección.

Mis tres mujeres permanecen imperturbables.
Espero  al lado de la caja que me paguen los cafés que entregué.
Sé que la próxima vez que lleve un pedido, ninguna me saludará.
Alguna de ellas, como devastada por una quimioterapia, no tendrá pelo.
Otras habrán cambiado de color o  peinado.
Posiblemente miren todas a la pared.

6 comentarios:

Jorge Sombra dijo...


¡Qué bueno Susana, me hiciste reír!

Anónimo dijo...

A mí -como tantas otras veces- lograste estremecerme. Felicitaciones Marta.

Ricardo Nicolini

Anónimo dijo...

Susana: Las estoy viendo gracias a la magia de tu pluma. Sencillo, conciso, preciso. Impecable. Marcos.

Anónimo dijo...

Muy bueno

Anónimo dijo...

El humor ,--algo tan difícil--en tu pluma, se encuentra cómodo y nosotros los lectores ...disfrutándolo

Abel Espil

Unknown dijo...

Hola Susana...estaba leyendo tus cuentos de la antología en que compartimos espacio y se me ocurrió buscar aquí. Bueno lo que encuentro, y se suma a lo publicado en Huellas a la mar 3.

Te dejo un saludo afectuoso desde Chile!

Amanda Espejo