PERSISTENCIA DE LA MEMORIA (Cuadro de 1931)
Esa pintura, casi un mosaico del mundo
fluctuando entre el mar y mis ojos.
Dalí es el canoero.
Lanza hormigas silenciosas que devoran tempestades de palabras,
atacan lenguas insensatas y sueños imposibles.
Las más guerreras avanzan
hasta los ojos cegados de preconceptos
y desintegran viejas ideas.
Despertamos para una nova visión del arte
bautizados en la pureza silenciosa del mar de Cadaqués.

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