jueves, 23 de agosto de 2012

Santiago Espel-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2012


Perchas


En apariencia inofensivas, las perchas son los objetos
hogareños más taimados. Sabedoras de nuestra torpeza
cuando acabamos de despertarnos, se enlazan unas
con otras, anudando las prendas que queremos sacar
del armario, forcejeando con sus ganchos adheridos
con determinación al barral. Luchas domésticas tan
desparejas como insólitas, las perchas esperan en su
encierro con renovado denuedo el momento oportuno
para volver a sorprendernos con nuevas torsiones,
sin darnos siquiera el cristalino retintín de los triángulos
musicales, en todo más solidarios y escasos de malicia.

2 comentarios:

Rolando Revagliatti dijo...

Es tu malicia la que te torna autor, Santiago, y me regocija.


Rolando

*

leo galea dijo...

Cotidianas luchas, en apariencia inofensivas, que nos ponen ante la duda en este buen texto. Le felicito.

Saludos