martes, 25 de septiembre de 2012

Margarita Rodriguez-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012

COLOR CARBÓN

El carbón había impregnado su piel. Había penetrado por los poros y llegado hasta la sangre a través  de los vasos capilares. Una vez en el torrente principal, cientos, miles, tal vez millones de partículas negras eran transportadas por ésta y depositadas en cada uno de los órganos que formaban su cuerpo. Así día tras día, año tras año a lo largo de toda una vida.
Poco a poco, esas moléculas fueron invadiendo y reemplazando otras sustancias del cuerpo como células y fluidos. Como es propio a su naturaleza las partículas se fueron fusionando, lo que terminó finalmente con su vida después de haber transformado todo el cuerpo.
Murió de pie, trabajando en la mina, medio inclinado hacia adelante. Lo sacaron entre cuatro compañeros pero no pudieron enderezarlo. El problema era que no podían ponerlo en ningún ataúd porque al estirarlo se quebraba. Notaron que en esa posición era muy resistente.
Finalmente lo llevaron a la plaza del pueblo y con él hicieron el monumento al minero. Luego todos festejaron.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Delfina Acosta-Paraguay/Septiembre de 2012


La perra guerra

Los gobiernos de Bolivia y Paraguay hicieron que miles de jóvenes perdieran la vida en el territorio chaqueño, en una confrontación bélica que duró tres años. Dejaron de existir en el infierno verde tanto paraguayos como bolivianos, porque las balas impactaron en sus pechos o porque la sed los devoró. Siempre pensé que no hay nada tan demencial, tan dantesco como la guerra.
La guerra es el más grave y dramático conflicto sociopolítico que se da entre los seres humanos. Una guerra se intenta justificar porque están en juego los intereses económicos, los recursos naturales y el territorio de un pueblo. Es la guerra la expresión más cruel de la humanidad. Hubo, hay y habrá guerras en el mundo, lamentablemente. Los seres humanos, manipulados o forzados por decisiones tomadas por los gobernantes de turno, se desangran en los campos de batalla, sintiendo que están sirviendo a un bien común. O a la patria. Miles de seres inocentes pierden la vida de la manera más absurda e injusta, mientras que el mundo no para de girar.
Pues bien, sobre episodios que guardan relación con la Guerra del Chaco, escribió recientemente un libro la doctora en historia y escritora Margarita Prieto Yegros. El texto se llama Cuentos de la Guerra del Chaco y fue publicado por la Editorial Servilibro.
Tiene tinte patriótico todo cuanto nos cuenta Prieto Yegros. Cabe decir que su material literario es una suerte de guía, porque cuenta, en forma resumida, cómo se dieron los enfrentamientos entre bolivianos y paraguayos.
Así, partiendo de una suerte de “relatos ilustrativos”, los lectores nos encontramos con la pregunta de un alumno de sexto grado que se dirige a su profesor queriendo saber por qué una calle de Asunción se llama Choferes del Chaco. El profesor responde en estos términos: “En homenaje a los choferes que durante la Guerra con Bolivia condujeron los camiones, venciendo al polvo y al barro de los caminos, para transportar agua y alimentos a los heridos graves”.
Va tramo por tramo avanzando la autora. Nos relata la historia de un comandante mercenario, del Yvy’a, un tubérculo milagroso que calmó la sed de 150 paraguayos, de cómo se fundó el famoso fortín Boquerón. Vale la pena que los estudiantes de estos tiempos sepan por qué hay celebración patria el 29 de setiembre. Había que dar la vida por el fortín Boquerón y los cadetes de la Escuela Militar “Mariscal Francisco Solano López” sufrieron su bautismo de fuego entonces. Escribe Margarita Prieto Yegros: “El 29 de setiembre, agotada por la sed y el hambre, la guarnición boliviana decidió rendirse. El comandante Marzana izó la bandera blanca. Entonces se escuchó el ‘¡piiiipuuu!’ de los soldados paraguayos festejando el triunfo”.
Más que recordar simplemente esta fecha, los paraguayos deberíamos honrar en el más amplio sentido de la palabra a los pocos sobrevivientes de la Guerra del Chaco. Ellos son los héroes verdaderos de nuestra sociedad.
Siendo jóvenes partieron al infierno verde para defender a la patria. Muchos cayeron. Los que volvieron honraron al país y hoy, en el último tramo de sus existencias, merecen sobradamente el respeto, el bienestar económico y la recordación gloriosa de parte de la sociedad.
También los ex combatientes bolivianos son héroes. Se lee en el libro de la autora: “En 1938, un avión pequeño de la Misión Militar de Estados Unidos sobrevolaba haciendo un reconocimiento de la laguna del fortín Yrendagué en el Chaco. De pronto los observadores vieron, brillando al sol, en el suelo, grandes círculos blancos. Aterrizaron y vieron que eran los esqueletos de millares de soldados bolivianos que murieron de sed cuando perdieron la posesión del agua de ese lugar, en 1934.
“Un médico militar afirmó: —El General que más combatientes mató en la Guerra del Chaco fue el General Sed.
“En esa trágica y absurda guerra, millares de hombres murieron de sed. Los sobrevivientes disputaban hasta por los cadáveres para chupar la sangre y mitigar así la sed. La escasez del agua enloqueció a más de uno y el suicidio se hizo común”.


Fidel Alcántara Lévano-Moquegua, Perú/Septiembre de 2012


LOS HÉROES DEL OLVIDO



En las sociedades es muy normal  observar en los diferentes estratos sociales que lo único que interesa a una gran mayoría es el trabajo, la alimentación y la obtención de riquezas, comodidades y nada más. La inspiración y creatividad con visión planetaria pasa a segundo plano. Inclusive es hasta cotidiano ver a las personas en cualquier latitud del Perú reclamando airadamente a los gobiernos regionales y municipales un  puesto laboral  y criticando a la gestión porque según  ellos no cumplen con sus propuestas electorales. Más no piensan que si están en extrema pobreza o viven agonizando a  cada instante, los únicos culpables son ellos mismos al no planificar, ordenar su existencia y prevenir las consecuencias en un mañana más  tarde.  En un mínimo sector, hay una tremenda lucha entre subsistir a través de  los bienes materiales y la humanidad del ser que no se alimenta de fierro y cemento por cierto, sino del arte integral que es el nutriente sublime del  espíritu. Tener una firme posición en la vida,  les asiste  todo  el derecho del mundo, de asumir un derrotero pero sin olvidar que el hombre no es una fábrica de hacer dinero, sino que según su talento, debe convertirse en la solución de los problemas que aquejan al orbe circundante y de esa forma cumplir con el sagrado deber de ser una luz en la oscuridad de la noche para todos aquellos  que transitan  en la penumbra de las oportunidades y no los dejan trascender  en el tiempo y el espacio en honor a sus virtudes. En el compartir hasta lo poco que se tiene, sin esperar recompensa; está la clave del éxito. Hay quienes  optan por el camino más corto para su consagración total y forman una cúpula o cofradía entre sus allegados de los mismos y nefastos ideales y se cobijan ante el político de turno, quien a cambio de camuflar los yerros de sus decadentes funciones, los protege y debido al goce del poder hacen y deshacen a diestra y siniestra según sus apetitos personales, se acomodan y logran otras dádivas como pago a que le hacen sombra al padre de la patria que desde la capital maneja sus tentáculos y se nombran,  suplantan  ocupaciones  y ejercen gobiernos siendo ellos no más los favorecidos mientras quienes verdaderamente  necesitan y son adalides por sus capacidades demostradas en toda su amplitud, deambulan con su currículo, a la vez que los no  buenos para nada y que  jamás le ganaron a nadie ganan jugosos sueldos. Es que la valoración del ser en su real dimensión, no cabe en las tenebrosas entrañas  del oportunista.  Esta imagen de inequidad crea un ambiente embarazoso y denigrante donde la ingratitud e indiferencia son las características principales de esta oscura alianza. Aparte de ello, ya se ha hecho común que casi nunca la connotada eminencia, denota una conducta que vaya a la par con su gran sapiencia. No irradia un grado cultural de acuerdo a los pergaminos que luce y es fácil de imaginar y por tal motivo,  su actuación deja mucho que desear  porque su intelectualidad queda en el aire cuando se trata de dar cabida a los atributos artísticos del ser. Quien es actor principal del devenir político, económico y social debe mostrar su brillantez en todo momento y no solamente cuando hay beneficios de por medio. La sabiduría no es solamente para crearse una aureola de intocable, sino para edificar el imperio de la solidaridad, la igualdad con  la esperanza que cambie el que vive como si el universo se acabase mañana.   La productividad en el ser no está en el mando que ejerce convirtiéndose hasta en un dictador sin corona,   sino en las innovaciones, transformaciones, invenciones   que hace y que lo distingue de quien solamente es un consumidor cuyo nivel de incompetencia se nota a varias leguas ante el baluarte que sin bombos ni platillos, rompe añejos protocolos y pleno de modernidad, empatía, visión de futuro, ritmo, equilibrio y armonía, diseña la hoja de ruta que llevará a los grupos humanos hacia el bienestar general.  












Sol Baral-Provincia de Mendoza, Argentina/Septiembre de 2012


El juramento de Ana

Ana era la más chica de la familia, conformada por seis hermanas, su padre y una tía soltera que  vivía con ellos. Su mamá había fallecido cuando ella tenía dos años.
Igualmente la nostalgia por la madre ausente no había habitado las paredes de su cuarto ni siquiera durante la adolescencia, ya que para Ana la hermana de su padre era la mujer más maternal que había conocido, la queria más que al recuerdo de su progenitora.
Tal vez por eso cuando supo sobre el sufrimiento de su tía Matilde, juró que nunca se enamoraría, que jamás lloraría por el desamor de un hombre, que eso de andar lamentándose por algo tan banal como el amor de pareja no era para ella. Asi que desde que a los dieciséis años vio a Matilde derramada entre lágrimas y sangre junto a la bañera, después de haber intentado cortarse las venas porque su amante de turno la dejó plantada con el bolso y los pasajes a Uruguay para irse a vivir a Chaco junto a su familia y una novia de la juventud, Ana se miró en el espejo empañado por su propio aliento y con una mano en el corazón prometió no relacionarse con un mismo hombre más de dos veces en la vida. Y lo cumplió hasta que quedó embarazada accidentalmente del amigo de un compañero de trabajo, cuando ya pisaba los treinta y cuatro años y hasta ese entonces no sabía lo que era el amor por un hombre , más que un poco de pasión y de mariposas en la panza en el momento del primer feedback.
Pero cuando nació Amadeo, Ana lo llamó a Federico para avisarle, tal como habían quedado según la decisión de ella de no compartir su embarazo con él.
Y fue ahí, en ese momento tan poco preciso para estas cuestiones, que Ana sintió por primera vez en su cuerpo una sensación parecida al deseo pero desconocida, cuando lo vio a Federico tierno, inofensivo, vulnerable, comportándose como padre no como amante. Pensó en Matilde, pensó en aquél juramento y decidió aguantar hasta donde pudiera sin expresar lo que sentía.
A los pocos días  su padre le comentó que había llegado una carta para la tía, de parte de ese viejo amor por el cual ella había intentado quitarse la vida, no sabía bien qué decía pero Matilde tras leerla, hizo la maleta y partió quien sabe adónde, sólo dijo que no la buscaran, que ella se comunicaría, pero que esta vez todo saldría bien.
Ana entonces se miró al espejo, acercó sus ojos al cristal y por primera vez desde que tenía dieciseis, sintió miedo por lo que iba a hacer…



Miriam Brandan-Argentina, reside en Estados Unidos/Septiembre de 2012


ATREVETE
Atrévete  a escuchar al viento
que te susurra mi nombre al oído,
y atrévete a decirlo en voz alta,
aunque sapas que mi nombre esta prohibido.
Atrévete  a mirar al cielo
y cierra tus ojos, siénteme en tus labios,
atrévete, imagina que me duermo
abrigada solamente con tus brazos.
Atrévete a soñar que compartimos
interminables y cálidas caricias,
atrévete a pensar que es mi perfume
el que te llega mezclado con la brisa.
Atrévete a sentir que aun me quieres,
que estoy contigo, que no ha pasado el tiempo,
atrévete y deja que te envuelva
completamente, la embriaguez de mi recuerdo.

Laura Beatriz Chiesa-Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012


CABALLO DE NAIPE


Movimiento constante
con ruido de silencio,
transita en el mazo
su triste cabalgar.
No pudiendo alejarse
de esas cuarenta hojas,
que marean su cuerpo
al querer barajar.
Estampa con presencia
de jinete arrancado
de un cuento que narraba
su apariencia viril,
que enamoró en sus sueños
la niña desdichada
pues de noche escapaba
de su celda infeliz.
Caballito inocente
con colores brillantes,
de cola endurecida
y mirada sin fin.
¡Si se escucha el relincho
de tu imagen ceñida
a ese cuadro encerrado
del que intentas huir!.

Nora Coria-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012



IDENTIDAD


Donde la lluvia es nostalgia y la soledad escucha los velados sonidos que el tiempo
emite, existen pueblos antiguos. Han echado raíces en los cerros, a orillas del Altiplano,
donde el cielo es el milagro y el río es un misterio.
Los he visto con el sol generoso del mediodía y en la clara quietud de noches
consteladas. Habitan entre pircas ancestrales, permanecen como paradigmas
incorruptibles, siempre en pie; soportan recuerdos punzantes que evocan ausencias. Son
promesantes del sol, peregrinos de la altura, enemigos férreos de la sombra, respetuosos
del silencio, custodios inflexibles del pasado. Honran la Tierra y su destino es eterno.
En secreto van trepando las laderas. Con constancia milenaria avanzan, aún en
las noches más oscuras; cuando la luna se hace cómplice, se encaminan y se elevan.
¿Cardones? ¡Así se empeña en llamarlos la gente! Pero yo los he descubierto
prosperando sin prisa, a plena luz. Juro que los he visto y que ellos me han reconocido
anhelando mis raíces… y me han llamado. ¡Es cierto que ascendí con ellos y hemos
sorteado las mismas piedras y me han alentado a vencer cada repecho! Puedo afirmar
que en las tardes en que el viento se hace música, cuando roza sus espinas, de sus
voces melodiosas surgen verdades, como antiguas plegarias desde el punto clave de la
Historia.
Una noche luminosa he acudido a la cita. Pude oírlos. No gritan ni susurran.
Simplemente me han nombrado en lengua originaria. ¡Desde entonces yo comprendo
tantas cosas!

 “IDENTIDAD” Mención Fundación El Libro -“Escribir para encantar”-2010- Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires.

Juan Disante-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012


UN HAIKU


Aquella vez
había dejado la bicicleta apoyada sobre el muro
para dejarle a mi abuela un recuerdo.
Al regreso sólo estaba su sombra
y sobre la pared descascarada
escrito un haiku
que hablaba sobre mi futuro.
.
Esta vez
cincuenta y tres años después
la sombra de mi bicicleta sigue allí
y sobre la pared descascarada
un nuevo haiku
habla sobre mi pasado
y habla sobre mi nieta.

Marta Susana Díaz-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012



JUAN QUEBRACHO



Sabía que iba a ser campeón. De lo que fuese.
Jugaba bien al fútbol en la barriada  donde había nacido, allá por el 38.
Mi  madre, con esfuerzo me crío.
Mi padre se fue cuando nací.
Lo  odié por su abandono.
       En la adolescencia, supe que lo mío no era el futbol.
Mis amigos me alentaron a probar con el boxeo.
Con mi metro ochenta y cinco y un buen entrenador esperaba buenos resultados.
Además, era peleador,  pendenciero.
Como barra brava tenía un buen historial.
Me anoté en un gimnasio. Conseguí un sparring. Puse voluntad y perseverancia.
Al llegar a los 88 kilos, entré en la categoría de los pesados.
A los veinte años conseguí mi primera pelea en mi ciudad: Formosa.
Me eligieron por nombre: Juan “Quebracho” Gómez.
Mis contrincantes tenían la cara de mi padre: Y ya no me paró nadie. Les daba y les daba hasta dormirlos.
Al ganar por knockout, mi fama empezó a crecer.
Me rapé la cabeza. Me tatué dos calaveras a los costados, arriba de cada oreja.
Me  hice poner en uno de los colmillos un brillante. Al sonreír, irradiaba  sus luces.
 Conseguía la furia  de  mi contrincante y el aplauso de mis seguidores.
Y reía seguido, mostrando los dientes.
 “El superpoderoso Quebracho Gómez de la sonrisa brillante” rezaban los anuncios.
Mi  fama se fue extendiendo y conseguí encuentros con grandes boxeadores de mi categoría en Centroamérica.
En aquellos tiempos, siempre vencía yo. Y el perdedor: mi padre. Ese vencer y vencer  devino en un descontrol de vida.
Alcohol, mujeres y amistades iban minando mi fortuna.
Cuando comencé a perder en el ring, empecé a perder en la vida.
Tuve que vender el brillante para poder comer.
Si pudiera volver el tiempo atrás, elegiría otra vida.
Soy un despojo humano. Me cuesta pensar. A mi padre con el tiempo, lo perdoné.
Hoy, Juan “Quebracho” Gómez, no vale una mierda.

Santiago Espel-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012



Domingos



Cuidado con los domingos a la tarde. Hora de encerrarse
y evitar escenas perturbadoras. Señoras mayores
acompañadas de jóvenes parientes tocando el timbre
en casas o departamentos, con un paquetito de masas
tan fino como vacilante. No olvidar ni perdonar aquellos besos
que nos dejaban manchadas las mejillas, los comentarios
sobre nuestras caras de pícaros, el estirón que habíamos pegado.


Abel Espil-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012


     PRIMAVERA


Villa Devoto padeció el granizo, acompañado de fuertes vientos . Los Helguera se apoltronaron aún más de lo acostumbrado, en su pequeña casa del Pasaje Mónaco. Los dos eran artesanos que hacían carteras de cuero de carpincho . Venía todos los viernes Gabriel, se las retiraba pagándoles en efectivo . Aquel último retiro a fines de mayo - sin tener mucha confianza -  les adujo al verlos muy solos , que  debía crecer la familia. Manuela y Federico Helguera  al quedarse solos se miraron uno al otro . Se abrazaron profundamente y Manuela lloró sobre el hombro de su ser  amado. Se fueron a dormir acompañados por un total silencio . En sus almas había tanto dolor .Cinco  veces llegaron a la  cercanía de los nueve meses, pero Manuela padecía una pérdida extrema, padeciendo por consecuencia, la ausencia del futuro ser esperado .
Los médicos no lograban detectar qué sucedía en el organismo de esta dulce mujer.
Fue él , quien tomó la decisión de detener los intentos. Algunos especialistas les habían dicho que ya corría peligro de vida  .No les aconcejaban que insistieran .
Al amanecer, durante el desayuno, Manuela tomó de las manos a Federico y mirándolo a los ojos le dijo : ¿ No crees que necesitamos que esta casa se llene de alegría?, ¿que escuchemos mamá y papá ?,¿ que si quiere continúe algún día  nuestro humilde trabajo.  Federico, aún hay algo más fundamental  que todo lo dicho ¿ no sentís que tenemos los corazones cargados de amor ?
Él calladamente la observó . Le retiró las manos y le tomó sus mejillas : ¿ sabes porqué me enamoré de vos?
Porque sos un ser  sabio.
¡ Vayamos a buscarlo!

Susana Beatriz Fondado-Provincia de Santa Fe, Argentina/Septiembre de 2012


Vuelvo, mi niña…

Grito que gritan mis labios
un mensaje están mandando
con un nudo en la garganta
voy el barro atravesando.

Vuelvo a casa mi criatura
rodeando la montaña
abrazarte es mi deseo
toda la noche y al alba.

Tendrá envidia de tu rostro
la palidez de la luna
y guardará en su memoria
tus ojos color de tuna.

Fragilidad del silencio
que romperá como espada
un gemido enamorado
y  la frialdad acabada

En una lata sellada
guardaremos la tristeza
contaré los mil suspiros
sobre tu boca cereza.
 
Vuelvo a casa mi criatura
niña bonita, mi niña
a beber de tu boquita
sabrosita como  piña.


Leonardo Galea-España/Septiembre de 2012

MIRAD, la lengua bifurcada de la mañana nos sorprendió sin aliento
entre intrincados símbolos que viajan a la intemperie del tiempo,
y  no tenemos fundamentos para aceptar o rechazar su sentencia
aunque poseo los atributos para aplaudirla o condenarla sin remedio:
antes de que la luz del alba abra la boca ordenaremos que le quemen los labios.

Tenéis mi permiso para continuar vuestra estereotipada búsqueda
sobre los restos de las antiguas construcciones que se yerguen sobre la mar,
sórdidas trincheras palpitantes frente al pegajoso barro de los muertos
que por la noche pasean complejas guadañas ratificadas durante el día:
así, para que no te olvides,
te mostraré inalterada la primera palabra para etiquetar el espanto.

Nosotros, los Servidores del Templo, enfilamos abrazos baldíos
en este invierno de andamios engalanados con inacabables tirabuzones,
arrojando al río el petróleo de los fibrosos días venideros
que renacen hostigados entre las reliquias embozadas por los besos:
fue un titánico desafío alcanzar, por fin, el nombre verdadero.

Quiero mi cromo de niño para ensartar las cuentas en el ojo del sueño
que dispara oxidados anzuelos sobre el lomo insalubre del cadáver,
y sabiendo que obtendré, sin tretas, la recompensa a su debido tiempo,
azuzaré el pincel con la extenuante brillantez del imbatible guerrero:
aterciopelados pliegues de amianto florecerán  asombrados entre el viento que mece los olivos.


María Antonia Herrera-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012



CANSANCIO


La vida se cansa
                          temores y sombras ganaron la calle
             pechos oprimidos claman por justicia
             el pan ya no alcanza
             el agua es difícil también excesiva
otrora las manos volvían callosas
del digno trabajo
hoy cuelgan enhiestas
                                   sin labores ciertas
se atreven a veces a tomar servicios
                                    que nada resuelven
otras se conforman
                                    reciben papeles
que crean esplendores apenas por horas.


El hastío gana sucumbe el empeño
la pampa empobrece
                                  los suelos dormitan
el ganado pace
                        no encuentra destino
mineral valioso la tierra preserva
maquinaria triste se llama a reposo
                        ¡arriba!         yo digo
                                dejemos temores
                        abramos los brazos
                                juntemos las manos
y sin estridencias
forjemos la Patria
que anhelamos todos
del surco a la escuela
                        del libro a la ciencia
                                   tenemos ejemplos que nos ennoblecen
                                   ¡arriba argentinos     juntos sí podemos!

Ángela Jael-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012


El Ángel del espacio

Podríamos decir que todos los ángeles son del espacio. Porque se pasean, justamente, yendo y viniendo todo el tiempo por ese lugar. Pero, este angelito en especial, es algo así como un astronauta.Se llama Daniel y viste , en lugar de una túnica, un enterito azul y un casco inmenso en el que se divisan, apenas, sus bellos ojos oscuros.Daniel asiste a todos los cosmonautas y  permanece a su lado durante sus estadías en el espacio.
Cuentan que muchas veces los astronautas han creído ver inmensos ángeles que rodeaban sus naves .Ésta es la historia de uno de esos viajes .Los protagonistas son un jovencito ruso , Igor, y su perra, Jair.
Durante toda su infancia, Igor había soñado con viajar al espacio: a la Luna, a Marte, o a cualquier planeta por más lejano que fuese. Pero tuvo que esperar a ser mayor para poder tener la edad, los conocimientos y la experiencia necesaria para hacerlo.Se entrenó en una Escuela de Astronautas y en el Observatorio de Ciencias Cósmicas. Con él también lo hizo Jair, una perra muy inteligente y valiente que no se separaba de su lado.

Realizaron viajes sorprendentes, de reconocimiento de zonas espaciales, pasaron momentos de gran soledad alejados del planeta Tierra.
Justamente en una de esas travesías conocieron a Daniel.
Estaba Igor navegando cerca de Marte cuando presintió que había un problema. Jair con la mirada, le indicó que sabía de qué se trataba. El joven pensó que era el final. No podía encontrar el motivo de su incomunicación con la base de su país y sintió el silencio y la soledad más total. Divisó a través de los vidrios de la nave,algo extraño que le hacía señas del otro lado.
¡Qué es esto ?¿ Acaso ya he muerto y estoy en el cielo ?. No podía creer lo que estaba viendo: un pequeño con traje espacial y alas...como un ángel. ¿Estaba delirando ?. Pero no, el angelito golpeaba el vidrio y le hacía señas para que lo siguiera .Igor, que estaba ya dispuesto a todo, no podía razonar bien y creyó que no tenía muchas alternativas. Lo siguió y ( después agradecería haberlo hecho ) pudo ser testigo de un espéctaculo celestial, increíble y majestuoso.
La visión fue inenarrable. Luces muy, muy brillantes, de todos colores. Yentre ellas...¿ ángeles ?. Sí, parecían ´´angeles de todos los tamaños que danzaban al son de una música inigualable, de otros mundos.
Cuentan que Igor y Jair regresaron sanos y salvos a su país. Y que los científicos y técnicos que los seguían desde la base nunca supieron de un desperfecto de la nave. Igor, a veces, cree que soñó o que el cansancio le jugó una mala pasada.
Había vivido una experiencia que no podría olvidar y que pocos reconocerían como cierta: había estado cerca del cielo y había visto a los ángeles.


Héctor Labonia-Miramar, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2012


   PARAÍSO ETERNO



Estarás en el manto de la Vírgen,
bordando tu corazón en él,
y sonarán trompetas de arcángeles
elevando tu alma al cielo,
estarás a los pies de Dios.
Aposentarás tu espíritu,
recibirás sus bendiciones,
y rodeadas de ángeles,
se te abrirán la puertas
del deseado paraíso eterno.
Y la gloria de una vida
en la pureza perpetua,
emanada del estado de paz,
en el edén de los creyentes
convertidos en espíritus,
...en la gracia del Señor.