martes, 21 de febrero de 2017

George Reyes-México/Febrero de 2017



PLATEADO ESTOY MÁS QUE LA LUNA

Me bañé de aurora, plateado estoy más que la luna;
aquella de esas noches tendida al lado mío es pálida
que la apaga el brillo de mi insomnio.

La aurora disuelve el hielo de este prado
que agujera los trozos de verano de soleado invierno,
que al sol quiere tapar con los huesos de sus árboles.

La aurora salta a mi ventana y se cuela al centro mío,
cuando yo doy vueltas la página del verso,
            cuando se alza mi gemido como nube al cielo,
                         cuando se extravía tu sonido entre mil polifonías,
                                     cuando el reloj que llevo dentro se detiene.

Favio Eduardo Santiago-Argentina/Febrero de 2017



Gestos

Colchón de sueños enardecidos
proliferando en las profundidades,
coligados en la búsqueda a tu luz,
para empujar del bote a tus sanos impulsos
de la frágil incomodidad y los desechos.
Algunos despojos del invierno
 que perduran en lo puesto.

Lerdas las decisiones del después
limitando las alas por las cuerdas marcadas
en fugaces cuerpos, de uñas rasgando huesos.
Como la música descubre oídos y silencios
en la dulce melodía de un arpegio.

Sustraí tu risa sintiendo resguardo
entre las flores de este místico y delicado pueblo.
Para despertar a los bosques de lo cierto,
penetrándome en la magia de tus  cuentos.

La sutileza es la dulzura de la vida
que exponen tus ojos buenos,
caminar sobre un absorbente algodonero
exaltado de momentos sin necesidades de argumentos,
que te sacuda de la abundancia hacia un desierto,
de la complicidad a la humedad de un desencuentro.

Nunca vi un hombre templar las manos
que saben a naturaleza  adentro,
Que vive, renace y se alimenta con tus gestos,
 y este delirio de palabras en recuerdos.

Ruth Sánchez-Argentina/Febrero de 2017



AMISTAD

(Dedicado a Ezequiel Cámara y Justina Cabral)

Alma desnuda de sueño y realidad,
semejante a mí, pero no igual...
eso es lo mejor de la amistad pura,
entre risas forjando al camino,
dejando recuerdos al andar
(que las olas lleven nuestros secretos
al fondo del mar).

Una perla, hermano me das,
si caigo me levantas,
y tus palabras, aún duras pero sinceras
me dirán siempre la verdad.

Génesis Sánchez Díaz-Ecuador/Febrero de 2017



NO CREO

No creo en las promesas,
no creo en una propuesta de momento,
algo que es tan fácil de llevar para el viento
y tan difícil de olvidar para el pensamiento.

No creo en las promesas,
vanas propuestas del momento,
algo que a veces es tan incierto
de saber si se terminarán cumpliendo.

No creo en las promesas,
no creo en sus promesas…

Victoria Rodríguez-Argentina/Febrero de 2017



·                     NEGROS Y AMARGOS

Negros y amargos
los granos secos
con agua hirviendo
irán muriendo.

Tus palabras enfrían
la obra de arte
que de solo amarte
se endulza sola.

Y si es tu excusa
para conocerme,
el insomnio vuelve
para quedarse.

Y sin pensarlo
me tomo el vicio
(que desperdicio
por tus palabras).

Negros y amargos
en un principio,
y se fundieron
para vivirnos.

Dana Laila-México/Febrero de 2017



EL SILENCIO

No hay un día
en el que no me pierda
entre todas las voces de la gente.
No hay un día en el que no salga
de mi casa escuchando los sonidos de la ciudad.
El silencio me atrapa
entre el viento que pasa por mi casa.
No hay un momento de mi vida
dónde no dejo de pensar
en integrarme a la naturaleza.
Sólo el silencio, el viento soplando las hojas,
los pájaros cantando y el sonido del mar.
¡Ah que bello sería estar ahí!
¿Y si te dijera que puedes encontrar ese lugar,
en el silencio de tu interior?

José Alexander González Quizhpe-Ecuador/Febrero de 2017



FUGAZ INTENTO ROMÁNTICO

Monótono es el diálogo entre dos amigos que se quieren mucho, como el te quiero mucho o estaré contigo en las buenas y las malas. ¿Acaso la espada de la soledad no te parte en dos cuando abres tu cofre de amor y cariño y si lo dices a ella? Pero ella, con indiferencia dice no (está bien). Mil y diez mil tristezas estarán en mi mente y corazón. El calendario de cada año pasará rápidamente y tú, en otra latitud, riendo y siendo feliz. Eso es lo que quiero, pero a la vez no. Yo hubiera sido una enorme dicha en tu vida, pero ahora el destino me llama y como niño pequeño me lleva de la mano, por el camino de la vida, hasta encontrar a la chica correcta. Me duele que en un fugaz momento te hayas ido y que el esfuerzo de mi brújula sentimental haya sido en vano. ¡Está bien! Por lo menos me queda el recuerdo de saber que lo intenté y estoy contento porque me concediste un deseo: Ser tu amante en secreto.

Cristhian Chiscul Uriarte-Perú/Febrero de 2017


ABURRIMIENTO

Monótonos días que se tornaron aburridos
por repetitivas salidas sin creatividad
en donde yació aquel valiente sentimiento.

Ezequiel Cámara-Argentina/Febrero de 2017


DESINTEGRACIÓN




El diluir de las palabras
se sofoca en el cuerpo,
el caos rige sobre el orden
y el sexo llega a su fin.
Sobran palabras
y la carne se desintegra.

Justina Cabral-Argentina/Febrero de 2017

PROPONGO



Un beso propongo
que pinte mejillas,
que arme veleros
que sean de tiza.

Y que a cuerda floten
sobre las estrellas
y de vez en cuando
en mi bicicleta.

Un beso propongo
azul o violeta
que ría conmigo
y con las sirenas.

Sol Brisolessi-Argentina/Febrero de 2017



A ÉL

Nuestro amor no ha sido fácil (creo que ninguno lo es). Ya de por si, la naturaleza lo sabe y todos sabemos que si dos personas se aman harán lo imposible para estar juntos. Hemos aprendido que hasta los días más difíciles se tiene que amar. Nos hemos amado en las buenas y en las malas. Hemos hablado, luchado, defendido y amado (siempre, desde que nos conocimos). Somos diferentes en todo, porque he llegado a comprender que un rompecabezas se complementa con dos partes distintas. Pero hemos llegado a entender que cada uno es lo que es y que nos complementamos a la perfección uno al otro...
Él es como mi atardecer donde miro a lo lejos y veo que hay un cielo y un mar. Pero es tal la perfección que no se alcanza a distinguir cual es cual. En esta historia él es mi cielo y yo su mar.
Amar da mucho miedo, él me conoce en cuerpo y alma, sabe de donde soy y como soy y no me da miedo que lo sepa. Sé que estoy y estaré a salvo en sus brazos (me da paz de solo saber que nunca me hará daño ni yo a él).
¡No podría hacerle daño! Me siento tan segura con él (lo amo como nunca amé a nadie).

María del Mar Altamirano-Argentina/Febrero de 2017



DAME

Dame dos golpes si quieres, pero que no duelan demasiado.
Dame risas si los deseas, pero solo las reales.
Dame la mano, si no ocultas nada.
Dame lo que quieres dar, pero no me hagas caer.
Dame más de lo que pido, porque nada es los que pediré.
Dame un beso cuando gustes, porque tal vez lo querré.
Dame un abrazo que no suelte, o no me lo des.
Dame todo los que digo, dame respeto y lealtad.
Dame verdad, cuéntame las cosas, dame tu fe.
Dame amor, amor, que más real que el amor, tu amor.
Dame tu nombre también.
Dame lo que eres, porque es quien soy.
Dame un espejo, que es tu reflejo.
Dame atención.
Dame minutos, no pido más.
Dame recuerdos, que no destruyan.
Dame tus miedos.
Dame lo que guardas.
Pero si hoy no puedes darme nada, no te preocupes...
¡Dámelo mañana!

María Esther Ruíz Zumel-España/Febrero de 2017



 ILUSTRE AMISTAD

                                              
Ven, no pases de largo.Para;quedáte 
 Ya no hay remedio,salvacion posible.
 Recuerda aquellos atardeceres
 ilustrando versos en el ocaso.
 Amigos de la literatura mas hermosa.
 Dialogando con el tiempo ingrato.
Desnudando nuestras almas con poemas.
 Nuestra amistad jamas morirá.
Escucho los ecos de tu ausencia 
en el horizonte del silencio.
Ilustre amistad.
Camilo José Cela.
Tu recuerdo esta vivo el
los amantes de la poesía.

Luis Tulio Siburu-Argentina/Febrero de 2017



FANTASMAS

Miro hacia adentro y no tengo dudas.

Habito un lugar donde se aparean los espantosos sueños posados en la almohada, con las colgantes telarañas del techo; el chillido de goznes oxidados de viejas puertas, con los pasos perdidos de algún antiguo residente; el murmullo de la lluvia en el tejado, con la pérdida de agua en la canilla de la bañera con patas; el retrato en sepia de la tía senil y arrugada, con el óleo del bisabuelo que volvió tuerto y manco de la guerra de Etiopía; la figura en cera del mastín de colmillos afilados, con la cabeza del cocodrilo cazado en Senegal y atornillada a un escudo de madera; el cucú que suena lúgubre en la amplia biblioteca utilizada para los velatorios en familia, con las campanadas que llaman a muerto en la iglesia cercana.

Todo conmueve, asusta, acobarda, pone la piel de gallina. Juraría que me estremece.

Ahora miro hacia fuera, donde la tormenta y la noche apenas dejan ver la luz del farol que se bambolea en el portón de entrada, al límite del bosque que es solo una negra mancha.

Alguien parece acercarse a la entrada de la antigua casa. Lo observo desde una ventana lateral de la planta alta, que permite una amplia visión de la marquesina del frente. Camina lentamente, aparenta cojear de la pierna izquierda, trata de deslizarse con el menor ruido posible, quizás para que los habitantes de la mansión y sus vecinos no lo detecten. Lleva una pequeña maleta, la cual deposita junto a la puerta. Creo que va a accionar el llamador pero no, se va tan misteriosamente como llegó, mirando hacia todos lados.

Espero unos minutos y corro escaleras abajo. La ansiedad me hace destrabar violentamente los cerrojos de la puerta. Es una vetusta y desvencijada valija haciendo su último viaje. La abro conteniendo el aliento. Un género y un sobre me saludan desde adentro. Algo similar a una sábana blanca con dos agujeros ovalados de tres centímetros de ancho. Y la esquela amarillenta que asoma apenas. Desdoblo el papel y leo…

“Estimados. Me dijeron que aquí gustan del terror y lo mantienen en cada componente de la casa. Ustedes sabrán valorarla y cuidarla. Ella me acompañó durante veinte años mientras representaba el personaje tenebroso de los Cuentos de Navidad de Dickens. Mi artritis y la edad causaron una caída en bambalinas de la cual ya no me pude recuperar. Quiero  que mi compañera de tantas veladas siga provocando miedo aunque sea colgada de la pared sin alguien que la contenga, algo que no ocurriría en el Museo de la Casa del Teatro, donde seguramente algún chiquilín le escribiría sus  iniciales y fecha o intentaría cubrirse con ella asustando entre risas a un amigo. Espero cumplan con mi deseo, al menos por haberlos elegido como cuidadores de una tradición. Traten de que no se les vuele porque puede atemorizar a los niños. Hasta siempre”

Levanto la prenda con cuidado, la dejo deslizar por mi cabeza y hombros, acomodo las aberturas a mis ojos y me observo en el barroco espejo de la sala. Enseguida comprendo el añejo oficio del desconocido visitante. Un grito horroroso sale del fondo de mi garganta. El fenómeno vuelve a reavivarse y ahora la casa tiene otro inquilino. Era tiempo de que renováramos el vestuario y tuviéramos un nuevo protagonista.
Ya no soy más un simple mayordomo, pasé a ser el primer actor. He ascendido en el convenio colectivo del pánico. Y cobraré un bono extra por cada infarto que provoque.

Mónica Serpa-Argentina/Febrero de 2017



Perderme


Perderme, por no sé qué caminos,
vestidos de fragilidad primaveral,
andar sobre las piedras,
como se anda sobre las sedas.
Encontrar las respuestas,
que no llenaron los abismos de las preguntas.
Remontarme por bocas y manos extrañas,
para encontrar la esencia de los espíritus,
perderme, y desorientada, hallar los rumbos que
quiero.


Del Libro Buscando Raíces (1975-2013)
 

Nilda Sena-Argentina/Febrero de 2017



A VECES

A veces sucede que el domingo puede
convertirse en algo bueno,
que puede dejar su silencio en el ropero
y convertirse en especial.
A veces sucede que las vacaciones
pueden ser para descansar
y no para ir a las playas llenas a gritar
y volver más cansados para trabajar.
A veces hay tragedias por las que pedir
perdón y recuperar humanidad.
A veces sucede que el mundo insensible
me duele y ya no me encuentro en él.
A veces sucede que me descubro viva
y Mafalda me representa tan real.
A veces inexorablemente camino
en sentido contrario al almanaque.
A veces mientras miro abajo no veo
que el cielo se vuelve más azul.
Y la melancolía por lo que no está
provoca la ceguera de lo que sí está.

Edelweys Schaffner-Uruguay/Febrero de 2017



          BUSCANDO MI CAMINO

Buscando mi camino,
Encuentro las maldades,
Que están en las pesadillas,
Y que insisten en aparecer,
Hasta en los sueños…
Y me obligan a huir,
Como un ave asustada,
Entre la neblina del tiempo…
Mentiras diamantinas,
Que engañan la razón…
Y obligan a perder…
No siempre gana el corazón…
Buscando ese camino,
Canto que la luz de mi alma,
No se apague…
Que el triste caminar,
Me lleve a donde pueda empezar a andar…
Andar que de eso se trata,
No sé si hay partida,
O si hay llegada…
¿será que el mañana puede darme una señal?

Lina Sánchez Michea-Chile/Febrero de 2017



MONTAÑISTA

Entre cuerdas y aperos
escalando montañas
su recia figura
a lo lejos se divisa.

Sin temor al vacío
sin retroceder jamás
alegre su corazón palpita
ante su esfuerzo y coraje.

El viento aúlla
piedras y arbustos
sus pasos saludan.
Cuando el ardiente sol
tras la altura se pierde
una admirada luna
guiándole aparece.

El montañista se cubre
con ropajes de ensueño
dejando tras de sí
su cansancio y sosiego,
hasta llegar a la cumbre
que acarician las estrellas.

Margarita Rodríguez-Argentina/Febrero de 2017



GAVIOTA ENAMORADA

Una bolsa de plástico blanca
                       Que el viento eleva,
                                       Flota sobre la arena.
Se infla y se desinfla,
                       Gaviota enamorada,
                                        Al compás de la brisa,
Late su corazón.
Otra gaviota la ve y
                       La persigue,
                                      Quizás un macho confundido
Que el vuelo de la bolsita
                       Sigue con gesto encendido.

Ascensión Reyes (Poema)-Chile/Febrero de 2017




A LA LIBERTAD DE AMAR



Dedicada a meditar razones
observando la luna en su pasar,
lancé brusco y sonoro
aquel grito de libertad.


Quise respirar, errar,  vagabundear.
Recorrer por llanuras de misterio,
deslizarme bajo tu cuerpo desnudo
y vagar por sensaciones de fuego.
Rasguñar puertas y tranqueras,
abrir candados oxidados
cubiertos de hojas prisioneras,
atragantar lenguas viperinas
por perrear en tu compañía.


Soñar en cañadas ocultas,
subir por pendientes nuevas
y fornicar ensueños…

Como verbo y sustantivo.
Como  vida y como un sueño.