lunes, 24 de junio de 2019

Luciano Diego Zavala-Argentina/Junio de 2019

Incondicional

No solo soy, quien dirige tus pasos
O tus ojos, en un sitio de oscuridad
Me considero, un afortunado en guiarte
Has elegido, mi compañía para siempre

Ambos, nos iluminamos mutuamente
Porque yo también, vengo de un lugar
Donde me sentía, muy desamparado
La calle, no era lugar seguro para nada
Como ser vivo, agradecido que soy
Desde el día, en que me mude a tu casa
He jurado, protegerte de quien sea
Al extremo, de dejar mi vida en el camino
Cuando era un perro, sin destino cierto
Pensaste en mí, para cuidarte y mimarte
Por esa razón, no dudo ni un segundo
Si debo defenderte, de este mundo cruel
Mi amor te pertenece para siempre

Ruth Sánchez-Argentina/Junio de 2019

Fotografía

Verónica Castillo-Argentina/Junio de 2019

Fotografía

sábado, 22 de junio de 2019

Ezequiel Cámara-Argentina/Junio de 2019


ASÍ ES EL AMOR


Quien cambia todas las mañanas sus pañales, es él. Hace cinco años desde el día que quedó postrada por una embolia cerebral, ella era una joven poeta de veintiocho años, hoy ya tiene treinta y tres, ambos habían armado una comunidad infanto juvenil de la cual él tuvo que hacerse cargo. Ella llevaba una brillante carrera literaria como él, carrera ya truncada por la adversidad de la vida. Él pese a todo siguió con su carrera y su vida, sin descuidarla a ella, la bañaba todas las mañanas y le ponía pañales limpios; por la tarde la dejaba con una enfermera llamada Elena de apenas veintidós años. Era muy bonita y atenta. Él se iba por las tardes a seguir con sus estudios y el gim. En el verano concurría a la playa. Por la noche llegaba y la veía a su pareja como día a día se consumía, solo gemía. Cenaba con Elena, para él era una buena compañía era joven y agradable y tenía con quien hablar y descargarse dado que su pareja era como una planta desde aquel día, ese día nefasto que su mente colapso según el médico a causa de la maldad de sus hermanas que penetró en su cerebro y lo hizo estallar.
Ya habían pasado diez años, ella rondaba los cuarenta y él se acordaba el miedo que ella antes del accidente tenía a la edad y hoy su juventud se desvanecía, se le diluía en esa cama, su cuerpo estaba raquítico, casi calva, dado que en ese estado no podía consumir sólidos, todo era vía suero. Él ya se había resignado y la que era su enfermera la de su pareja hoy era su nueva pareja y gran amor. ambos la cuidaban con mucha dedicación pero vivían su romance plenamente disfrutando de la playa en verano y de salir con los que antes eran amigos de su pareja y de él. Llegaron a querer tanto a Elena que ya ni recordaban a Jusena. Lo llamativo es como la gente remplaza a las personas como si fueran simples piezas, lo mismo sucedía en el ámbito literario de ser conocida callo en el total olvido, sin embargo él era muy reconocido. Cuando Jusena cumplió cuarenta y cuatro quedó en un geriátrico, sus hermanas eran muy felices y plenas y Jusena se pudría en una cama. Todos eran felices, nadie es imprescindible.
El amor se diluye con el tiempo, se diluye con la adversidad y florece en las buenas.

Justina Cabral-Argentina/Junio de 2019


EL PERRO AZUL

El perro azul
junto a las estrellas brilla,
se despliega y se divierte.
Entre manos de niñas y niños
el perro azul se recrea
y se abanica
con un baile de colores.
El perro azul duerme
y sus zapatillas corren
detrás de algún cordón.

Silvia Noemí Lacamera-Argentina/Junio de 2019

Regreso
Acrílico

Viviana Iglesias-Argentina/Junio de 2019

Cóncavo y convexo
Óleo

Josefina Fidalgo-Argentina/Junio de 2019

Caribeños
Óleo

Elsa Fender-Argentina/Junio de 2019



Y la estrella habló

Leonor Cristiano-Argentino/Junio de 2019

Ilusiones
Óleo

Graciela Cortés-Argentina/Junio de 2019

Sin título
Óleo

Cristina Colusi-Argentina/Junio de 2019

Matices de otoño
Óleo

Yina (Alicia Tagle)-Argentina/Junio de 2019


¡Tan simple!

¡Una bella tacita de té...!
¿Cuántos tomaron en ella?
¡Bebieron un chocolate,
en frío invierno...con ella!

¡Cuántas historias se Hilaron!
¡Mientras ...la tacita rozaba los labios...!
¡Tal vez, en una historia de un adiós...!

¡ Ay...tacita muda! ¡Pero en tu soledad...murmuras...
una vez en otra ciudad...!
¡Alguien...apareció y me beso de sorpresa...!

¡Era un tímido...jarrito,
simple y decía en su platito!
¡Eres entre todas, la más dulce tacita...! ¡pero demasiado hermosa!