domingo, 20 de febrero de 2011

Marta Susana Díaz-Buenos Aires, Argentina/Febrero de 2011

Un tranvía y el amor

El chirriar de las ruedas
Sobre las vías.
 Plateadas. Inseparables.
Paralelas
 Como nuestros caminos.
El olor a metales calientes
Inundaba  el tranvía.
El tilín, talán de la campana
    Sonando en las esquinas   
Como un sonido más
Que quedó en el pasado
De un Buenos Aires
Que se alejó en el tiempo.
Era una noche fría
Del invierno porteño.
La manija redonda, de porcelana,
Blanca y oscilante
Nos estaba esperando
Para ayudarnos a sostener
El equilibrio
Mientras se contoneaba
En ese baile solitario
Que permanentemente interpretaba.
Sin cansarse jamás.
Vos rozaste mi mano.
Perdón, dijiste.
Pero dejaste la mirada
Enhebrada en mi alma, para siempre.
Y ahora, que ya no hay más tranvías
Que nos lleven de aquí hasta allá
Con su monótona música envolvente
Yo jamás pude olvidar tus ojos.
Y aquél viaje en el tranvía
Solitario en la noche.

2 comentarios:

abel dijo...

Marta: en la transparencia del poema, acompañada por la utopía del romanticismo; manifiestan como sos vos.
No abandones el verso.
Felicitaciones amiga.
Abel Espil

Anónimo dijo...

muy lograda la imagen del tranvía: lo que queda, lo que se aleja. me encantó el tema y su forma. susana zazzetti.