Las paredes de Sara
Era un día murciélago cuando Sara estaba en su casa y el miedo la empujó contra una de las paredes de la habitación; un sudor de angustia en sus ojos le hizo ver que atravesaba las paredes sin lastimarlas, sin escándalo y sin que nadie viera nada.
Era un día murciélago cuando Sara estaba en su casa y el miedo la empujó contra una de las paredes de la habitación; un sudor de angustia en sus ojos le hizo ver que atravesaba las paredes sin lastimarlas, sin escándalo y sin que nadie viera nada.
Después, Sara creyó soñar; después, Sara pellizcó y abofeteó el rostro de la incertidumbre, pero todo eso fue después que el espejo dibujó las dos alas...
Por un pelo
CEPILLO entró al baño algo nervioso; la discusión del día anterior con el dueño de la casa lo había dejado casi pelado.
Se desperezó, se miró al espejo y se deprimió un poco más: su color estaba oscureciendo de tanta preocupación; decidió, qué tanto embromar se dijo, aclararle los tantos al árbol rosado, ese ser problemático del portal, el porrudo y despeinado de siempre.
Cepillo acomodó sus cerdas y salió al patio raspando el cesped que no entendía nada. Cruzó todo el parque, apenas dándole una mirada de compromiso al resto de los demás árboles, y se detuvo frente al árbol rosa; Cepillo clavó su mirada pinchuda en los ojos adormecidos del árbol rosa.
- ¿Qué te pasa, Cepillo? -sorprendido, preguntó el árbol piquetero.
Cepillo puso cara de velorio y comenzó a decirle:
- Escuchame bien y no te hagás la Cleopatra, eh...
La charla entre ambos fue bajando los tonos y subiendo el buen ánimo hasta que, un ratón después, un Cepillo más relajado dió media vuelta y dedicó el resto del día a peinar a los demás árboles porque ese era su trabajo.
Al poco tiempo, el portal de la casa mostraba a los ocasionales caminantes, la vedette del barrio: un árbol rosa que se había hecho las rastas.
Armando piezas
Andaban cincuenta dudas y cuatro certezas caminando en el altillo de la casa del Dr. Estevanico.
-Y este va acá y este otro acá... a ver, a ver si ahora esta mezcla funciona de una buena vez -esperanzado decía el científico, entre probetas, papeles con fórmulas y extrañísimas sustancias con sabor a peligro, pero luego de un rato por enésima vez el experimento número 1 era un fracaso absolutamente garantizado.
Aquella misma tarde, Estevanico, con su fiel libro de cabecera descabezado debajo del brazo en todo momento, decidido a ensayar los 54 experimentos esbozados en las noches de su cabeza, ahora se estaba arrepintiendo de haberles prometido a todos sus amigos colegas, que él era capaz de hacerlos a todos y con éxito.
-¡Mmmm... este no le sale ni al más genio de los laboratorios! -gritó enfurecido mientras arrancaba del cuaderno de anotaciones la hoja del primer experimento, diez veces ya intentado-; y si no sale lo saco y sigo con el número 2, ninguno de mis colegas se dará cuenta.
Bastaron dos días y sus dos oscuridades para que los 54 experimentos al éxito prometido, uno a uno, fueran rotundos fracasos. Sin dormir e impulsado a cuerda por un cerebro extremadamente arratonado, el Dr. Estevanico tomó la decisión de ir al jardín externo del edificio y prender una gentil fogata, una capaz de no dejar rastro alguno de su libro de cabecera y de su cuaderno de anotaciones.
-Y este va acá y este otro acá... a ver, a ver si ahora lo armo -a la mañana siguiente, decía el forense mientras retiraba con sumo cuidado los pedazos del Dr. Estevanico entre el olor chamuscado de la muerte, las cenizas y una desfigurada tapa de libro donde sólo se podía leer by el Dr. Estevanico.
8 comentarios:
Viviana
Es un gusto leer tus cuentos.
Siempre muestran un sinnumero de imagenes y estados de animo. Transmiten belleza y son muy hermosos.
Felicitaciones.
Te quiero mucho. Guillermo.
GRANDE VIVI
LA MAS GRANDE DE OLAVARRIA....
que olavarria!!!
LA PAMPA
que la pampa¿
LA ARGENTINA!!!
que argentina¿¿¿¿
LA..LA...LATINOAMERICA!!!!
Felicitaciones mami, me encanta tu imaginación y tu forma de volcarla en un papel. Seguí a full disfrutando y dedicándote a esto que lo hacés muy bien. Te amo!
Juli.
Genial Vivi, te voy a encargar que me pases más seguido lo que escribís ¡me encanta!
Te mando un beso grande Vivi y mis felicitaciones.
Diego
Vivi!! Que genia que sos, realmente me encanta como escribís!! me gusta mucho tu estilo. besosssss
HOLA SOY DONATO. ME ENCANTAN TUS CUENTOS. QUIERO QUE ME MANDES MAS. TE QUIERO VIVI BESOS.
Viviana, qué genia. Me encanta tu narrativa de misterio, humor y absurdos.
Beso
Mirta
Mil gracias a todos por leer y por sus comentarios. Es muy alentador recibir tantos elogios.Un abrazo de palabras para cada uno. Besos
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