lunes, 23 de noviembre de 2015

Ramón de Jesús Hernández Olivares- Veracruz, México/Noviembre de 2015




ÁNGEL DE LA SOLEDAD

Amado ángel nocturno que acudes sin reparo
al llamado de la voz que habita en mí,
alma que sufre y llora en silencio
soportando el látigo de la soledad,
cantando a los bosques, pronunciando tu nombre,
bendito entre los abismos y montañas que lloran,
por no verte volar.

Llevas en el pecho, reliquia amorosa
imagen bendita por tus lágrimas del recuerdo,
de aquellos festejos, alegres y fúnebres
del tiempo que he visto pasar.

Tengo tanto miedo a la obscuridad eterna,
a esa soledad infinita, donde solo el eco canta,
y en el que habitas.

Amado ángel, acude a mis sueños,
canta himnos  gloriosos,
compartamos la soledad,
prometo que dormiré quedamente y en silencio.

Acerca tus manos gloriosas,
toca mi rostro,
bendice el instante del amor que vez en mis ojos,
dame cobijo en tus alas majestuosas,
posa tus brazos en los míos,
y sostenme … si intento desmayar.



 del Poemario "Pétalos Azules"

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