viernes, 22 de noviembre de 2019

Carmen Guzmán Cedeño-Venezuela/Noviembre de 2019


Descalza si, pues así voy

Voy contando y rozando huella a huella
La cábala en la orilla de tu playa…
.
He de amarte más allá del infinito,
Más allá, sin que el invierno
Fuerce  a mi piel a abrigarse.
Y el otoño se contente
Con una obertura de hojas
Danzando en la tierra húmeda.
..
Los designios de un oráculo
Abren un compás de tiempo
En un reloj  entre  arenas y corales.
Para que tu soplo de aliento
Venga a avivar mi boca…
..
 En los primeros destellos
de alborada sigues intangible
Piel por conocer y ese aroma
de eucaliptos y lavanda me inunda
Como velo plegado a mi hirsutado cuerpo.
..
Y me turbas y se espantan los demonios
escondidos por tu espera que ya llega.
..
Doy  trazos en la miel de tus pupilas pincelando
Olas entre arrecifes, mientras navego
en ese mar de antojos que son tus ojos.
..
Me vuelvo abeja para regar con polen
Cada brote de flor por donde habrás de recorrerme.
.
Desconocido  amor, amante con posdatas
de encuentros que se apilan oliendo a pino fresco
en el cofre de mis fantasías por cumplir.
Mágico sortilegio signado en el oráculo
donde se detendrá el tiempo en el reloj.
.
…Y en  este presagio te veo venir como remitente
a habitar la hoja en blanco de mi cuerpo, con el grito de tus labios
silencias mi desconocida boca…

¡Soplo de aliento se agolpo en los días,
en las horas, en las olas
de un desconocido amante!

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