Miguel Lundín Peredo-Bolivia/Febrero de 2020

AYER ANTES QUE APAREZCA EN EL CIELO LA PIROCTECNIA

No creas porque yo
canto tu nombre
mi alma es feliz;
porque el poeta canta
cuando ya no puede
llorar.

Cuando los picaflores
vuelan en viento
solo veo el reflejo
de mi juventud
como una daga inversa.

A un soldado le conté
de mis penas que
tienen el olor de tu cuerpo,
el soldado lloró
conmigo porque
se dio cuenta
que aveces de amor
morir no se puede.

Parece que el cielo
me espera con el
vientre de un eclipse.

Somos oscuridad
en el aullido de
una bestia
que nos devora
porque no comprendemos
que somos eco
de su mirada.

Piensa en que
mientras desnudas
tus vísceras
en el alma de otro
ladrón de pasiones,
yo veré en el atardecer
la luz de tus ojos
muriendo en mi
más dolorosa religión.