MALVINAS ARGENTINAS
En la lejana tierra de Malvinas,
donde el viento susurra historias cruentas,
un ex combatiente hoy cuenta sus hazañas,
las batallas libradas, las lágrimas violentas.
En la trinchera fría, firme y valiente,
caminaba el soldado con alma ardiente,
bajo el cielo inclemente y la niebla persistente,
forjando su destino con coraje permanente.
En cada amanecer, en cada atardecer,
la guerra le exigía más allá de lo que pudo comprender.
Entre trincheras y alambradas, entre miedo y dolor,
se aferraba a su esperanza con fervor.
El estruendo de los cañones retumbaba en su ser,
mientras la patria clamaba por su honor y su deber.
Los amigos caídos, los sueños destrozados,
eran sombras que lo perseguían en noches sin descanso.
Hoy recuerda aquellos días de angustia y sacrificio,
cuando la juventud se desvanecía en el frío vaticinio.
Pero en cada embate y en cada desafío,
demostró que el espíritu argentino es indomable y bravío.
Ahora sus ojos reflejan la huella de la guerra vivida,
sus manos guardan memorias de una lucha sostenida.
Aún late en su pecho el eco de aquella contienda,
pero su espíritu persiste con dignidad sin rendija.
Porque en cada relato y en cada cicatriz,
se encuentra la fortaleza de quien no se rinde jamás.
El veterano lleva consigo la historia de Malvinas,
donde el valor y la entrega forjaron su destino sin finas.
Que este poema sea un tributo a aquellos que lucharon en Malvinas,
y que su legado perdure como un faro en nuestras vidas divinas.
A los héroes caídos y a los sobrevivientes sin igual,
nuestra gratitud eterna por su sacrificio sin igual.
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