sábado, 22 de agosto de 2015

Jaime Serey/Agosto de 2015



CARTA ABIERTA A:

De Mi Mayor Estigma (si mal no me equivoco):
                           
de Rolando Revagliatti

Por Jaime Serey

En el mundo de Revagliatti se acude a la estirpe, a los conocidos del distrito, a su pretendiente, la urbe, a la problemática social o a la típica pizzería, pero sin olvidar el exquisito vocablo muy amplio, conjugado y que domina con positivas gotas de armoniosa ironía. Es un camino donde quedamos satisfechos, porque el narrador y poeta utiliza cabos literarios que llegan desde muy lejos del raciocinio, a veces abstracto, y que a menudo suelen nacer de la vanguardia. La importancia de su lirismo no se escapa tampoco de su corazón y es una dulzura protegida y entregada al máximo sin ninguna dificultad. Tanto él como el tiempo juzgado por la escritura embozan un tango y una mezcla de las distintas convivencias de la Argentina. Es fácil imaginar al ser que es, vertiginoso en la palabra como un chasquido, profundo en el sentimiento de la amistad, en la verdad, que el mundo olvida. El poeta en este libro no permite que el lector del pueblo y la luz viva sus días de agonía ultrajado por lo corpóreo. Entonces se puede vivir como lector si alguien nos alienta y nos hace sobrevivir dentro de un terrible apagón cultural y contemporáneo. La fuerza mental es estable en la inspiración siempre y cuando tengamos la voluntad de un quijote, la potencia magistral de unos molinos de palabras: convenientes, definitivas, rotundas, coloquiales, pero, sobre todo, humanas. Aquí el verso nace, vive, yace, piensa, toda la problemática del país e incluso vemos la transparencia de temas pulcros, visionarios. Es un tipo exacto en su manera de pensar. Es el aire sudamericano que viene a visitarnos desesperado, festivo, erótico, locuaz, que prolonga al máximo los vocablos dentro del horizonte viviente. Un parangón de ideas y de luminaria real en un gran número de versos capitales de la existencia urbana. Es un mundo propio donde el drama existe y al mismo tiempo entrega elogios, comentarios, conclusiones y muchas preguntas y respuestas. Nos encontramos frente a una vasta conciencia, que no sólo busca las soluciones para una sociedad embarcada en el desarrollo tecnológico, político, letrado, si no que, además, busca participar en los coloquios del yo amor.



Canadá, mayo 2009.



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