La
  hamaca se bambolea  
en el
  jardín cubierto de ponderaciones acabadas. 
Las
  risas de los veintitrés primos ya son un eco,  
ya son
  preguntas, 
ya nada
  es genético. 
En la
  elongación de la osadía la casa pierde la forma tierna, 
pendular, 
de los
  tiempos felices. 
Son
  subterráneos los caminos otrora prominentes, 
con
  argamasa que ahora sostiene materia oscura. 
En la
  granulosa mesa familiar de la cocina desprovista,  
un café
  con leche espera el abandono. 
Polvorosa
  sombrita sobre los muebles 
con
  paredes que no son de una sola forma 
ya
  cubiertas con la fetidez del musgo imperioso. 
Cómo
  decir del alborozo recuerdo de gritos virginales 
y la
  inactual ternura absorbiendo el centro del sistema, 
cruzando
  la niebla del recuerdo,   
ante
  los tres pinos secos,  
germinados
  de tierra negra y materia turbia. 
Me
  acurruco. 
Siendo
  la minúscula célula asombrada y muda, 
recorro
  la casa de la gran familia diseminada 
que
  trató de crecer humanos en una totalidad que no habla, 
que
  sólo gesticula el desmonte. 
Creo
  sentir el soplidito de una brisa suave  
que
  bambolea la hamaca 
como
  esperanza mudable, 
soberana. 
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Revista Literarte creada en Noviembre de 2001 para la difusión de todas las disciplinas del arte.Declarada de Interés Cultural por el Honorable Concejo Deliberante de Vicente López en Diciembre de 2002. DECLARADA DE INTERÉS CULTURAL POR LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN ARGENTINA SEGÚN RESOLUCIÓN 1706/10, en Junio de 2010 Si querés publicar tu texto, música, pinturas, esculturas, danzas; enviá el material a: revistadigitalliterarte@gmail.com
sábado, 25 de noviembre de 2017
Juan Disante-Argentina/Noviembre de 2017
La casa caída
 
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